Maestra de California murió de rabia tras ser mordida por murciélago, el primer caso mortal en 32 años

Leah Seneng, una maestra de arte en Bryant Middle School, en Dos Palos, California, murió el pasado 22 de noviembre tras contraer rabia, presumiblemente debido a la mordedura de un murciélago dentro de su aula. El incidente ocurrió en octubre, cuando la mujer, de 60 años, intentó sacar al animal del salón creyendo que era inofensivo. Según su amiga Laura Splotch, el mamífero volador reaccionó mordiendo a la docente.

ABC News señaló que, durante semanas, Seneng no presentó síntomas, pero al cabo de un mes comenzó a sentirse mal y fue ingresada al hospital, donde fue inducida a un coma médico. Falleció pocos días después, en lo que se confirmó como el primer caso de rabia humana en Fresno County desde 1992. Su fallecimiento conmocionó a la comunidad educativa, que la describió como “una educadora dedicada y compasiva”.

El trágico fallecimiento de la profesora llevó a las autoridades de salud pública a intensificar las advertencias sobre los peligros de los murciélagos, el principal transmisor de la rabia a los humanos en Estados Unidos. Aunque el país reporta menos de 10 muertes anuales por esta enfermedad, es casi siempre fatal si no se trata rápidamente tras una exposición.

Según el Departamento de Salud Pública de California (CDPH), las mordeduras de murciélago pueden ser difíciles de detectar debido al pequeño tamaño de los dientes de estos animales. “Es fundamental lavar cualquier herida con agua y jabón tras tocar un animal salvaje y buscar atención médica inmediata si se es mordido”, declaró Tomás J. Aragón, director de la institución, a CBS News.

La Merced County Public Health ha trabajado en colaboración con la escuela de Seneng para educar a la comunidad sobre los riesgos asociados con el contacto directo con animales salvajes. En su declaración, la escuela reconoció que la zona es conocida por la presencia de murciélagos, e hizo un llamado a reforzar las medidas de precaución.

La rabia es una infección viral mortal que afecta al sistema nervioso central, provocando inflamación del cerebro y la médula espinal en humanos y animales. Esta enfermedad se transmite principalmente a través del contacto directo con la saliva de un animal infectado, ya sea mediante una mordedura o un arañazo. Entre las especies más comunes que portan el virus se encuentran murciélagos, mapaches, zorros y zorrillos.

Uno de los mayores peligros de la rabia es que los síntomas pueden tardar semanas o incluso meses en manifestarse. Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), las primeras señales son similares a las de la gripe: fiebre, debilidad y dolores de cabeza, acompañados a veces de hormigueo o picazón en el lugar de la mordedura. A medida que avanza, el mal provoca confusión, alucinaciones y, finalmente, parálisis. Una vez que los síntomas aparecen, la rabia es casi siempre fatal.

Si una persona es mordida por un animal sospechoso de portar rabia, los expertos recomiendan lavar la herida con agua y jabón durante 15 minutos, buscar atención médica inmediata y comenzar la profilaxis postexposición, un tratamiento que incluye una serie de vacunas y ha demostrado ser casi 100% efectivo si se administra a tiempo.

En el caso de los murciélagos, el riesgo se agrava debido a que sus mordeduras pueden pasar desapercibidas, haciendo crucial evitar el contacto directo con ellos. Autoridades sanitarias insisten en que cualquier animal salvaje debe ser tratado con cautela y reportado a los servicios de control animal si parece enfermo o desorientado.