Los resultados del examen internacional Tendencias en los estudios internacionales de matemáticas y ciencias (TIMSS), que mide el desempeño en matemáticas y ciencias de estudiantes de cuarto y octavo grado en decenas de países, reflejaron una preocupante caída en las habilidades matemáticas de los estudiantes estadounidenses entre 2019 y 2023. Este descenso, más pronunciado que el de sus pares internacionales, se suma a una tendencia de estancamiento en el rendimiento académico que ya era evidente antes de la pandemia de COVID-19.
Los cierres prolongados de escuelas en los Estados Unidos, que excedieron la duración promedio en Europa y otros países, son señalados como un factor clave detrás de la pérdida de aprendizaje, según un análisis de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).
Aunque otros exámenes, como el de estudiantes de secundaria publicado en 2022, sugirieron que las pérdidas educativas en Estados Unidos no fueron peores que las de otros países, el TIMSS muestra que el retroceso en matemáticas fue particularmente significativo.
Peggy Carr, comisionada de la agencia estadística del Departamento de Educación de Estados Unidos, describió los resultados como alarmantes. “Calificaría estas caídas como pronunciadas y abruptas”, afirmó en una conferencia telefónica con periodistas citada por The Wall Street Journal. Carr destacó que las cifras reflejan no solo el impacto de la pandemia, sino también un deterioro previo en el rendimiento educativo. “Algo preocupante es que esto no se debe únicamente al efecto de la pandemia”, subrayó.
Resultados de EEUU frente al panorama global
En el examen de matemáticas, los estudiantes de octavo grado de Estados Unidos ocuparon el puesto 24 entre 45 sistemas educativos, mientras que los de cuarto grado se posicionaron en el lugar 15 en ciencias entre 63 sistemas. En contraste, países como Singapur, Japón e Inglaterra se mantuvieron entre los mejores en matemáticas y ciencias. Otros países, como Polonia, Finlandia e Inglaterra, superaron a Estados Unidos en diversas categorías desde la última prueba.
A pesar de los descensos, los estudiantes estadounidenses todavía obtienen puntajes por encima del promedio internacional, que incluye a países con niveles económicos diversos. Sin embargo, esta ventaja relativa no mitiga las preocupaciones sobre el retroceso en las ganancias obtenidas durante décadas anteriores. En matemáticas, los avances alcanzados desde 1995 se han eliminado casi por completo, mientras que en ciencias los puntajes han caído desde 2015.
El informe destaca que es difícil identificar una única causa para las diferencias en el desempeño global. Factores como la calidad de las escuelas, la pobreza y los currículos más estrechamente alineados con los contenidos del TIMSS pueden influir significativamente. Carr enfatizó que algunos países han adoptado currículos específicamente diseñados para reflejar mejor las competencias evaluadas en el examen, lo que podría explicar su éxito relativo.
Desafíos persistentes tras la reapertura de escuelas
A pesar de que las escuelas en Estados Unidos han reabierto y retomado las clases presenciales desde hace varios años, el sistema educativo enfrenta nuevos desafíos. La salida masiva de maestros, el aumento de la indisciplina estudiantil y las elevadas tasas de absentismo crónico han dificultado los esfuerzos de recuperación.
Según Suzan Harris, directora de una escuela intermedia en el condado de Butts, Georgia, la pandemia cambió las actitudes hacia la asistencia escolar. “Después de la COVID, los padres y los estudiantes se acostumbraron a la idea de que está bien quedarse en casa”, comentó. Aunque las tasas de absentismo han mejorado, siguen siendo más altas que antes de la pandemia.
Los problemas de comportamiento también han aumentado, complicando aún más el panorama educativo. En palabras de Tom Kane, profesor de la Universidad de Harvard que ha estudiado las pérdidas de aprendizaje, la escala del problema excede las medidas de recuperación implementadas.
Programas como tutorías en grupos pequeños, actividades extracurriculares y contratación de personal adicional han mostrado resultados positivos, pero son insuficientes. “Se necesita tiempo para enseñar el teorema de Pitágoras”, explicó. “Los maestros no pueden simplemente hablar más rápido”.
Algunas escuelas han utilizado los fondos de alivio por la pandemia para contratar maestros especializados en matemáticas y lectura, especialmente dirigidos a estudiantes que están significativamente rezagados respecto a su nivel de grado. Estas estrategias han ayudado a mitigar parcialmente las pérdidas de aprendizaje en ciertos estados. Sin embargo, los fondos federales se están agotando, lo que pone en riesgo la continuidad de estas iniciativas.
A nivel estatal, los exámenes han mostrado señales de recuperación parcial en los logros educativos, pero el progreso es desigual y lento. En un sistema educativo tan grande y diverso como el de Estados Unidos, cerrar las brechas existentes requiere recursos sostenidos y esfuerzos coordinados a largo plazo, algo que no está garantizado dado el contexto económico y político actual.