La Fuerza Aérea de Estados Unidos solicitó al Congreso una ley que proteja sus contenedores de misiles nucleares de las proliferantes instalaciones de energía eólica. Esta demanda surge debido al aumento tangible en el tamaño y número de las turbinas eólicas, que representan un peligro para las tripulaciones de helicópteros militares en estados como Nebraska, Colorado, Dakota del Norte, Montana y Wyoming, informó la agencia de noticias AP.
El espacio que ocupan estos silos, prácticamente imperceptibles en extensiones de campos de cultivo privados, se comparte con aerogeneradores que alcanzan cientos de metros de altura con largas aspas que superan el tamaño de los camiones de transporte de 18 ruedas.
La creciente demanda de energía provocada por el aumento de la población impulsa el incremento del número y tamaño de los aerogeneradores que según declaraciones de Chase Rose, ingeniero de vuelo del UH-1 Huey en la base aérea Malmstrom en Montana, son “monstruosos, y es peligroso volar entre ellos debido al obstáculo físico y a los riesgos adicionales como la turbulencia que generan”.
La legislación solicitada por parte de la Fuerza Aérea al Congreso estadounidense busca que sea establecida una zona de amortiguación de 3,7 kilómetros alrededor de cada sitio. Esta propuesta cuenta con el apoyo de defensores de la energía eólica, aunque consideran que no debería ser una medida generalizada para todas las misiones del Departamento de Defensa.
La Asociación Americana de Energía Limpia, cuyo portavoz es Jason Ryan, ha trabajado conjuntamente con la Fuerza Aérea y legisladores para redactar el lenguaje de la zona de amortiguación. Ryan advierte que, “dado que cada misión y ubicación son específicas, las evaluaciones individuales son necesarias para asegurar la preparación militar”.
Por su parte, Jo Dee Black, portavoz de NorthWestern Energy, una compañía que gestiona algunas de las torres cerca de los sitios de lanzamiento de Malmstrom, no especificó si su empresa respalda la zona de amortiguación, pero enfatizó en que “siempre hemos apoyado y seguimos apoyando el papel fundamental que desempeña la base aérea de Malmstrom en la seguridad de nuestra nación”.
La creación de este espacio de protección fue incluida en la versión del Senado del Acta de Autorización de Defensa Nacional de 2024. Sin embargo, la versión de la Cámara de Representantes no la incorpora y necesitaría negociarse en conferencia. Sobre esta base, las torres actuales no serían afectadas a menos que una compañía decida modernizar una ya existente para que sea más alta.
Algunas de las torres modernas pueden alcanzar hasta los 200 metros de alto, “que es el doble de la altura de la Estatua de la Libertad”, explicó a la agencia el teniente general John Lutton, supervisor de los 450 sitios de contenedores de misiles. Pero este dilema se complica aún más ya que de los 450 sitios, 46 están “seriamente” invadidos, según términos de la Fuerza Aérea que define que más de la mitad de las rutas al sitio de lanzamiento están cerradas debido a obstrucciones.
El servicio reconoce que se encuentra en una difícil posición pues no quiere afectar a los agricultores que han consentido durante décadas el uso de sus tierras para albergar a estos silos pero que al mismo tiempo se benefician económicamente del arrendamiento de sus terrenos para la instalación de turbogeneradores. Tampoco quiere dar la impresión de que se oponen a las alternativas energéticas ecológicas.
Aclarara que continúan “apoyando las energías renovables, incluidas las turbinas eólicas, y continuamos trabajando con socios de la industria energética para garantizar que se cubren las necesidades de energía verde del país”, sin embargo “las turbinas invasoras limitan el tránsito seguro de helicópteros y las operaciones de seguridad nuclear” declaró Victoria Hight, portavoz de la Base de la Fuerza Aérea Warren en Wyoming.