Ten cuidado cuando te vas de viaje: estos son los objetos más olvidados cuando se hace la maleta

Olvidarse algunos de estos objetos puede suponer un cargo extra en el viaje, ya que suelen ser de uso esencial

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Chica haciendo la maleta (Adobe
Chica haciendo la maleta (Adobe Stock).

Elegir qué llevar y qué dejar fuera de la maleta puede convertirse en una de las tareas más estresantes antes de iniciar cualquier viaje. Aunque dediquemos tiempo a realizar listas, buscar trucos de organización y anticipar todos los imprevistos, el temor a olvidar algo esencial nos acompaña hasta el momento de cerrar la cremallera. Es una batalla universal entre la previsión y el olvido que, tarde o temprano, acaba pasándonos factura.

No importa cuán minuciosos seamos, cada persona olvida de media dos objetos esenciales cada vez que prepara el equipaje, según datos de una reciente encuesta realizada por la empresa de consignas Radical Storage. Esta realidad no es anecdótica: el 84 % de los europeos reconoce que la preocupación por dejarse algo importante fuera de la maleta le inquieta justo antes de partir.

Estos despistes tienen consecuencias más allá del simple fastidio. En muchas ocasiones, el olvido obliga a realizar un desembolso no previsto para reponer lo que falta, y casi siempre se paga un sobreprecio, ya sea en aeropuertos o en destinos turísticos donde la oferta es limitada y costosa. Así, el simple hecho de no incluir un cargador o un tubo de crema solar se puede traducir en una molestia adicional y un gasto innecesario.

Los objetos que más dejamos atrás

Chica haciendo la maleta (Adobe
Chica haciendo la maleta (Adobe Stock).

Entre todos los artículos que solemos dejar en casa, encabezan la lista los productos de higiene dental. El 22 % de los viajeros admite haberse olvidado en alguna ocasión del cepillo o la pasta de dientes. Justo detrás se encuentran los cargadores, ya sean del móvil, del portátil o de otros dispositivos electrónicos. Según los responsables del estudio, un 19 % de los viajeros declara que este artículo queda relegado demasiado a menudo al último momento, circunstancia que propicia su olvido.

El siguiente despiste común es el protector solar, ausente en el 18,3 % de las maletas analizadas. Este olvido resulta especialmente problemático en destinos costeros o de montaña donde la protección resulta imprescindible. Las gafas de sol, imprescindibles para muchos, quedan olvidadas en el 17,6 % de los viajes, y el desodorante ocupa el siguiente puesto con un 15,5 %. Otros objetos frecuentemente olvidados son los auriculares (15,1 %), los adaptadores de enchufe indispensables en viajes fuera del país (14,1 %), analgésicos y medicinas básicas (13,7 %), el champú y el gel de baño (12,9 %) o el pequeño botiquín de primeros auxilios, que alcanza un 12,8 %.

Consejos para ahorrar espacio y evitar olvidos

Ante esta situación de despistes recurrentes, muchas personas optan por buscar métodos que faciliten la organización y reduzcan el número de olvidos. Uno de los enfoques más populares para hacer la maleta es el método de Marie Kondo, que consiste en dividir los objetos por categorías, priorizar lo imprescindible y aprovechar hasta el último rincón del equipaje. Según la autora japonesa, el proceso ideal se desarrolla en tres pasos y ayuda no solo a ahorrar espacio, sino también a no dejar fuera artículos esenciales.

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En España, más de la mitad de los viajeros ya aplica trucos similares intentando encajar todo en una maleta de cabina para evitar cargos extra por equipaje facturado. Desde enrollar la ropa hasta usar organizadores tipo neceser, el objetivo es siempre el mismo: llevarlo todo bien ordenado y visible, reduciendo las probabilidades de olvidos.

Diferencias en el reparto de tareas

Radical Storage también destaca un aspecto social interesante relacionado con el reparto de responsabilidades a la hora de hacer el equipaje. Según su estudio, el 75,6 % de las mujeres encuestadas señala que prepara la maleta no solo para sí mismas, sino también para su pareja. Por el contrario, únicamente el 58,8 % de los hombres reconoce encargarse del equipaje conjunto, un dato que pone en evidencia un notable desequilibrio y perpetúa el tradicional rol organizativo femenino en los viajes en pareja.

Este fenómeno de los “porsiacasos” —artículos adicionales que se meten en la maleta ante la posibilidad de necesitarlos— tiende a ampliar el equipaje más allá de lo necesario y representa también una fuente adicional de olvido, ya que al añadir cosas en el último momento es más sencillo que se nos escape algún elemento esencial.