
La inolvidable Madrugá de Sevilla, el Cristo de los Gitanos en Granada, la Rompida de la hora en Teruel o el Camino del Calvario en Cuenca son algunas de las procesiones de Semana Santa más conocidas en España. No obstante, ninguna de ellas es la más antigua. Tampoco lo son la Madrugada en La Laguna de Tenerife o la Balmaseda en Euskadi. Aunque son las más reconocidas en sus respectivas Comunidades Autónomas, ninguna de ellas es el primer desfile que se hizo en honor a los episodios sagrados de Cristo, la Virgen o los santos.
Pero todas ellas tienen un origen en común que se enlaza con el trabajo de San Vicente Ferrer, un predicador, misionero, filósofo y taumaturgo valenciano, considerado una de las figuras religiosas más influyentes de la Europa bajomedieval. Sus proyectos fueron tan importantes para la religión que incluso fue canonizado por el papa Calixto III en 1455, 44 años después de la primera procesión que se vislumbró en España. Pero, ¿qué lugar escogió para comenzar una tradición que se ha repetido por más de 600 años?

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A pesar de que el santo se recorrió casi todas las Comunidades Autónomas que dividen el territorio español en la actualidad, fue en Castilla y León donde se erigió el primer desfile; concretamente a unos 54 kilómetros de lo que hoy conocemos como Valladolid. Esta representación, que dio paso a las que se celebran hoy, ha tenido tanta relevancia histórica que fue declarada Interés turístico Internacional en 2011.
Un recorrido de tres días: desde el Viernes de Dolores al Domingo de Resurrección

Al santo se le conoce por su predicación en Europa, la conversión de judíos y musulmanes, la intervención en el Cisma de Occidente, el papel de Compromiso de Caspe o la fundación de hospitales. Sin embargo, su mayor aportación fue dar comienzo a las Procesiones de Disciplina en el municipio de 104,49 km²: ‘Villa Cofrade’, conocida hoy como Medina del Campo.
El recorrido de este desfile comienza con la procesión de la Virgen de las Angustias el Viernes de Dolores y finaliza el Domingo de Resurrección, según Turismo en Castilla y León. Durante estos tres días en la actualidad, todas las cofradías, que acompañan a Cristo Resucitado, así como otros actos, entre las que destacan La Procesión de la Caridad, Procesión de la Vera Cruz, La Procesión del Encuentro y La Procesión del Silencio.

En la actualidad, el municipio cuenta con nueve Cofradías Penitenciales, de las cuales tres tienen un carácter verdaderamente histórico que se remontan entre los siglos XVI y XVII. Sin embargo, no fue hasta 1983 que se crea la Junta de Cofradías de Semana Santa, una institución que ampara a más de 3.000 cofrades, repartidos en 9 cofradías que hacen posible las 17 procesiones de silencio y recogimiento que definen la Semana Santa de Medina del Campo, según señala Provincia de Valladolid.
Asimismo, tal y como informa Semana Santa Medina, los desfiles van acompañados de grandes figuras talladas. Actualmente, se conserva un conjunto escultórico compuesto por treinta y seis imágenes, mayoritariamente renacentistas, que ha logrado que la Semana Santa Medinense sea un desfile de arte. Y es que, en la colección se preservan tallas de Francisco del Rincón, Sebastián Ducete, Juan Picardo y el jesuita Domingo Beltrán Otazu.