El espectacular pueblo que está en pleno corazón de la Serranía de Cuenca: un impresionante castillo medieval, una cascada y rodeado de montañas

La villa es un lugar ideal para los amantes de la naturaleza, al combinar preciosos paisajes con un rico patrimonio cultural, que está presidido por una fortaleza de origen musulmán

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Cuenca destaca por ser una de esas provincias de España que esconde lugares que son verdaderas joyas. Aunque son muchos los rincones que permiten sumergirse en su belleza natural y cultural, hay uno que sorprende especialmente por su encanto: Cañete, considerado uno de sus pueblos más bonitos. Para los amantes de la naturaleza es un destino ideal, ya que está enclavado en pleno centro de la Serranía, rodeado de montañas y con una impresionante cascada que deja boquiabierto a todo el que la visita. Por si esto fuera poco, también cuenta con un castillo medieval impresionante.

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Cañete invita a sumergirse en su magia y a hacer un viaje en el tiempo que transporta a épocas pasadas. Y es que este pueblo combina paisajes naturales con un rico patrimonio cultural e histórico. Esto no es de extrañar si se tiene en cuenta que está situado en el centro de la Serranía de Cuenca, en las faldas de un promontorio sobre el que corona el castillo, que ofrece unas impresionantes vistas panorámicas. Además, está cercado de montañas y barrancos y, a sus pies, se encuentra el valle del río Mayor del Molinico.

Sus orígenes se remontan a la Edad del Hierro

Cañete es un pequeño pueblo
Cañete es un pequeño pueblo situado en el centro de la Serranía de Cuenca. (Wikimedia)

Los orígenes de Cañete se remontan a la Edad del Hierro, aunque su historia ha estado marcada por su carácter fronterizo. Durante la dominación musulmana, el territorio fue habitado por tribus bereberes, y de esa época datan el castillo y las murallas, construidos entre los siglos X y XI.

Durante la Reconquista, Cañete siguió el destino de otras localidades cercanas a Albarracín. En 1222, pasó a ser aldea de Moya, rigiéndose por su fuero, y en 1285 obtuvo el título de villa. A finales del siglo XV, el municipio adquirió la categoría de Marquesado bajo la familia Hurtado de Mendoza. En esta época, albergó comunidades judías y moriscas, y su economía estuvo estrechamente vinculada al auge de la Mesta.

Durante la Guerra Carlista, entre 1834 y 1837, el líder carlista Cabrera ocupó y fortificó la localidad. Más tarde, durante la Guerra Civil, Cañete adquirió relevancia por su proximidad al frente de Teruel.

A lo largo del siglo XX, experimentó un proceso de despoblación que continúa hoy en día. Entre sus hijos ilustres se encuentran D. Álvaro de Luna, Condestable de Castilla en 1388, D. Andrés Hurtado de Mendoza, Virrey del Perú, y Elías Canetti, quien recibió el Premio Nobel de Literatura en 1981. Se cree que su familia sefardí residió en este municipio.

El castillo situado en lo alto de un cerro y las murallas, su principal atractivo

Castillo de Cañete (Cuenca). (Ayuntamiento
Castillo de Cañete (Cuenca). (Ayuntamiento de Cañete)

El conjunto urbano de Cañete ofrece diversos puntos de interés que resaltan su rica historia. Destacan el castillo, erigido en lo alto de un cerro, y las murallas de origen musulmán, que se extienden en forma de dientes de sierra alrededor de la ciudad. Entre sus principales elementos arquitectónicos se encuentran la Plaza Mayor porticada del siglo XV, la línea de edificaciones en el paraje conocido como el Postigo, con viviendas tradicionales asentadas sobre la muralla, y varios templos religiosos, como las iglesias de Santiago y San Julián (siglo XVII), la ermita de la Virgen de la Zarza (siglo XVI) y el arco de la Sinagoga (siglo XV). Además, el municipio alberga dos museos: el Museo Etnográfico de Cultura Popular y el Museo de Fotografía Antigua.

Cañete conserva un sello único, marcado por su herencia árabe defensiva. El castillo, situado sobre una roca, sigue vigilando la localidad, mientras que las murallas, ajustadas al terreno, abrazan la población con su forma perfecta y secular. En algunos tramos, el río actúa como un foso natural, añadiendo un elemento de protección. La ciudad mantiene las puertas de San Bartolomé y las Eras, que permiten el acceso a una villa que ha sabido preservar la tradición de sus calles, plazas y casas, completando el panorama con sus joyas arquitectónicas.

La Plaza Mayor, una de las más antiguas de la provincia, destaca por la mezcla de arquitectura de culto, popular y civil. En ella se condensan todos los elementos que la han convertido en un referente de la localidad. El Postigo, un lugar que simboliza la identidad de Cañete, se extiende como una bisagra bajo la muralla, conectando la ciudad con su huerta y su industria. La Picota, separada de la roca del castillo por el río Tinte, ofrece un mirador natural excepcional, donde los viajeros pueden detenerse junto a la imagen del Sagrado Corazón para disfrutar de las vistas o reflexionar sobre su llegada o partida.

Cómo llegar a Cañete

Destacan el castillo, erigido en
Destacan el castillo, erigido en lo alto de un cerro, y las murallas de origen musulmán de Cañete, en Cuenca. (Ayuntamiento de Cañete)

Para llegar a Cañete, se pueden seguir diferentes opciones dependiendo de la ubicación de partida. En coche, desde Madrid, se encuentra a unos 140 km, lo que equivale a aproximadamente 1 hora y 45 minutos. La opción más directa es tomar la A-3 en dirección a Valencia y luego la CM-2104, que lleva directamente a la localidad.

Hay servicios de autobuses interurbanos desde la estación de autobuses de Madrid (Estación Sur) hasta Cañete. El trayecto suele durar unas 3 horas, dependiendo de la ruta y las paradas.

También se puede tomar un tren hasta la estación más cercana a Cañete, como la de Cuenca. Desde allí, es posible tomar un autobús o taxi hasta la localidad, a unos 40 minutos en coche.