La torre de origen musulmán a media hora de Madrid que tiene las mejores vistas de la Sierra de Guadarrama

Esta construcción está declarada Bien de Interés Cultural y es uno de los monumentos más emblemáticos de la región

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Atalaya de Torrelodones, en Madrid
Atalaya de Torrelodones, en Madrid (Adobe Stock).

Apenas a 30 minutos de Madrid, Torrelodones se alza como un destino ideal para quienes buscan desconectar del bullicio de la capital y disfrutar de un lugar donde se combinan cultura, historia y naturaleza. Este municipio no es uno de los más conocidos de la comunidad para una escapada, pero cuenta con un llamativo patrimonio que se traduce en uno de sus monumentos más simbólicos. Así, visible desde la A-6, la atalaya de Torrelodones o torre de los Lodones es sin duda la construcción más antigua y simbólica de la localidad.

De hecho, forma parte del escudo municipal y destaca gracias a su situación privilegiada sobre una colina dominando todo el pueblo. Sin embargo, la construcción que se puede contemplar hoy en día no es la original, ya que ha sido sometida a profundas reformas y restauraciones. Sin embargo, sigue siendo testigo de la historia de la región, pues su origen musulmán lo ha convertido en uno de los monumentos con más valor histórico y cultural de la Comunidad de Madrid.

Un origen incierto

A pesar de no poder establecer un origen preciso, desde el Ayuntamiento de Torrelodones señalan que gracias a algunas investigaciones realizadas en construcciones similares en la Comunidad de Madrid, se puede fechar la torre de los Lodones en el periodo islámico, concretamente entre los siglos IX y XI. Así, forma parte del sistema defensivo que los musulmanes establecieron en la cuenca del río Guadarrama para vigilar las rutas de comunicación y prevenir incursiones enemigas. Construida en mampostería y con una planta circular de unos ocho metros de diámetro, su diseño responde a los patrones arquitectónicos de las torres vigías que se distribuían a lo largo de la Marca Media, la franja fronteriza entre los reinos cristianos del norte y el Califato de Córdoba.

Atalaya de Torrelodones, en Madrid
Atalaya de Torrelodones, en Madrid (Adobe Stock).

Desde su posición privilegiada, la atalaya ofrecía una visión panorámica del territorio, permitiendo a sus guardianes detectar movimientos hostiles y enviar señales a otras fortificaciones cercanas mediante hogueras o espejos. Se cree que esta torre estaba conectada visualmente con otras estructuras defensivas de la zona, como la atalaya de Torrepedrera y el castillo de Aulencia. Tras la Reconquista y la consolidación del dominio cristiano en la región, la atalaya perdió su propósito defensivo y cayó en desuso. Durante siglos, permaneció como un testigo silencioso de la historia, resistiendo el paso del tiempo y las inclemencias climáticas. No obstante, su deterioro llevó a que en varias ocasiones se planteara su restauración.

En 1983, la Atalaya de Torrelodones fue declarada Bien de Interés Cultural (BIC) en la categoría de monumento, lo que garantizó su protección y promovió iniciativas para su conservación. A lo largo de los años, se han llevado a cabo intervenciones para consolidar su estructura y evitar su colapso, permitiendo que siga siendo un referente histórico en la comunidad.

Un mirador privilegiado

Además de su importancia histórica, la Atalaya de Torrelodones es hoy un atractivo turístico que ofrece una de las mejores vistas de la sierra de Guadarrama y del área metropolitana de Madrid. Su acceso, a través de una ruta senderista de baja dificultad, permite a los visitantes disfrutar de un entorno natural en el que destacan encinas, jaras y enebros, característicos del ecosistema mediterráneo.

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A pesar de no ser visitable por dentro, su ubicación en un paraje elevado permite apreciar su estructura y comprender la relevancia estratégica que tuvo en la época medieval. Además, su cercanía al casco urbano de Torrelodones facilita su integración en recorridos turísticos que combinan patrimonio y naturaleza.

Cómo llegar

Desde Madrid, el viaje es de alrededor de 30 minutos por la A-6. Por su parte, desde Guadarrama el trayecto tiene una duración estimada de 20 minutos por las vías AP-6 y A-6.