La joya modernista de Madrid que poca gente conoce: un palacio del siglo XX que es la sede de la Sociedad General de Autores

Este edificio se ubica en pleno barrio de Malasaña y sorprende con su impresionante arquitectura

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El palacio de Longoria, en
El palacio de Longoria, en Madrid. (Wikimedia)

Madrid está lleno de lugares con encanto. Más allá de sus puntos más conocidos como el Museo del Prado, el Parque del Retiro o la Puerta del Sol, la capital esconde infinidad de secretos que demuestran la gran importancia histórica y patrimonial que alberga. Así, es imprescindible perderse por sus calles para descubrirlos, pues algunos están a simple vista, mientras que otros se ocultan bajo detrás de monumentos o bajo las mismas calles.

Así, en pleno barrio de Malasaña, el palacio de Longoria emerge como uno de los mayores secretos de la capital. Esta construcción es uno de los mayores ejemplos del Modernismo en Madrid y, a día de hoy, acoge la Sociedad General de Autores (SGAE). Esta institución tiene como objetivo “la defensa del autor y editor mediante la gestión de los derechos de reproducción, distribución y comunicación pública de las obras literarias, musicales, teatrales, cinematográficas y audiovisuales”, explican desde la web de Turismo Madrid.

Una estructura singular con influencias modernistas

El palacio de Longoria fue construido entre 1902 y 1904 por el arquitecto José Grases Riera, este edificio fue concebido originalmente como residencia familiar y sede bancaria del financiero Javier González Longoria. Su diseño, aunque influenciado por los principios del modernismo, mantuvo una distribución interior más clásica, combinando innovación y funcionalidad.

El edificio se levanta sobre un solar en esquina de forma cuadrada, con una estructura en L que deja espacio para un patio-jardín interior. Su distribución se articula en torno a dos cuerpos rectangulares, unidos por un torreón circular que alberga una imponente escalera imperial. Este elemento central está coronado por una cúpula de hierro y vidrio, un rasgo característico del modernismo que dota de luminosidad y elegancia al conjunto arquitectónico.

El palacio de Longoria, en
El palacio de Longoria, en Madrid. (Adobe Stock)

La fachada del patio interior presenta una galería porticada sostenida por soportes en forma de palmera, que se extienden hasta pabellones semicirculares en los extremos. El exterior del edificio, por su parte, está retranqueado para favorecer la entrada de luz natural en los sótanos. Su alzado destaca por el uso de piedra artificial con formas onduladas y una decoración que cubre casi toda su superficie, generando una armonía visual entre los distintos elementos ornamentales.

Cambios de propiedad y transformaciones

En 1912, el Palacio de Longoria cambió de propietario y fue reformado por el arquitecto García Nava para albergar la sede de la Compañía Dental Española. Con el paso de los años, sus interiores fueron degradándose y la distribución original desapareció, dando paso a diversas adaptaciones. En 1950, la Sociedad General de Autores de España (SGAE) adquirió el edificio y encargó una transformación radical al arquitecto Joaquín Arniches, adaptándolo a las necesidades de la institución.

Ya en la década de 1990, la SGAE impulsó una restauración integral del edificio, con la dirección del arquitecto Santiago Fajardo. Los trabajos incluyeron la rehabilitación total de los interiores y la recuperación de la fachada, que se encontraba seriamente deteriorada. Gracias a esta intervención, el Palacio de Longoria mantiene hoy su esplendor original, consolidándose como una de las construcciones más singulares del modernismo madrileño y un referente arquitectónico de la ciudad.

El impresionante palacio barroco que es uno de los más bonitos de Portugal.

Sin embargo, no suele estar abierto al público a excepción de la planta baja, donde la SGAE realiza exposiciones temporales periódicas. A su vez, el programa de la Comunidad de Madrid, ¡Bienvenidos a palacio!, también permite descubrir y admirar el interior de esta construcción.