Esta es la estatua más grande de España: 45 metros de altura y 500 toneladas en el centro de Sevilla

Su construcción responde a una leyenda que envuelve al histórico explorador Cristóbal Colón

Guardar
El Huevo de Colón, en
El Huevo de Colón, en Sevilla (Flickr.com).

Gracias a su impresionante patrimonio cultural y artístico, su riqueza monumental y sus gentes, Sevilla es uno de los destinos obligatorios dentro de Andalucía. Sus calles empedradas y sus majestuosos monumentos, como la Giralda o la Torre del Oro, narran siglos de esplendor que la han convertido en una de las ciudades más impresionantes de Europa. Así, atesora un gran patrimonio monumental y cultural en el que también se pueden encontrar secretos ocultos y pocos conocidos.

Uno de ellos es el monumento conocido popularmente como El Huevo de Colón, una construcción que se alza como la estatua más grande de España. Esta construcción situada a orillas del Guadalquivir, alcanza los 45 metros de altura y pesa unas 500 toneladas, convirtiéndose en un referente del paisaje urbano de la capital andaluza. Pese a su magnitud, sigue siendo un monumento desconocido para muchos visitantes.

La historia de Colón y el huevo

La silueta de la escultura está inspirada en una anécdota histórica conocida como El huevo de Colón. Según la leyenda, en un banquete ofrecido por el cardenal Pedro González de Mendoza, varios asistentes restaron importancia al viaje de Colón, sugiriendo que cualquiera podría haber logrado lo mismo. En respuesta, el explorador retó a los presentes a mantener un huevo en equilibrio vertical sobre la mesa. Ante la imposibilidad de lograrlo, Colón golpeó levemente la base del huevo, permitiendo que se sostuviera de pie.

El Huevo de Colón, en
El Huevo de Colón, en Sevilla (Flickr.com).

Este episodio no solo evidenció la capacidad de Colón para afrontar desafíos con ingenio, sino que también se convirtió en un símbolo de cómo las ideas innovadoras pueden parecer simples una vez que se han materializado. La historia ha sido citada a lo largo de los siglos como una metáfora de la creatividad y la perseverancia. Incluso hoy, la expresión “El huevo de Colón” se usa para describir soluciones ingeniosas a problemas que inicialmente parecen irresolubles.

Al representar a Colón dentro de una estructura ovalada, la escultura busca encapsular el espíritu de este relato, fusionando el simbolismo de su descubrimiento con la tenacidad de su pensamiento visionario. Así, más allá de ser un mero homenaje al navegante, el monumento invita a reflexionar sobre la importancia de desafiar lo establecido y atreverse a explorar nuevos horizontes. La moraleja de esta historia radica en que un logro, una vez conseguido, puede parecer evidente, pero su valor reside en la idea y la determinación para alcanzarlo. De ahí la peculiar estructura de la estatua y su sobrenombre, que han contribuido a su identidad popular en Sevilla.

Un regalo ruso

El Nacimiento del Hombre Nuevo —su nombre oficial—, fue construido por el artista ruso Zurab Tsereteli, actual presidente de la Academia de las Artes de Rusia, y fue un regalo de Rusia a Sevilla con motivo de la Exposición Universal de 1992. Su estructura ovalada, que envuelve la figura de Cristóbal Colón sosteniendo un mapa del océano con las tres carabelas de su expedición a América, es un homenaje a la gesta del navegante y a la influencia de Sevilla en la historia de los descubrimientos.

El restaurante de Sevilla que entra en la Guía Michelin presumiendo de arraigo andaluz: “Me fijo más en mi abuela que en los chefs modernos”.

A pesar de su imponencia y de la relevancia histórica que simboliza, El Huevo de Colón no goza de la misma popularidad que otros iconos sevillanos como la Giralda o la Plaza de España. Ubicada en el Parque de San Jerónimo, al norte de la ciudad, su emplazamiento alejado del centro histórico ha contribuido a su relativa falta de reconocimiento entre turistas y locales.

Sin embargo, para quienes se aventuran a conocerla, la escultura ofrece una experiencia singular. Su monumentalidad, unida a la historia que encierra, la convierten en una obra de arte que desafía la percepción clásica del patrimonio sevillano. Además, el parque donde se ubica ofrece un entorno tranquilo y espacios abiertos ideales para disfrutar de una perspectiva diferente de la ciudad.