Las 5 rutas más impresionantes de Girona: paisajes volcánicos, bonitas cascadas e imponentes montañas

Girona es un destino privilegiado para los amantes del senderismo. Su territorio ofrece una amplia variedad de paisajes, desde imponentes montañas en los Pirineos hasta calas escondidas en la Costa Brava. Cada ruta permite sumergirse en entornos naturales únicos, atravesando bosques frondosos, acantilados escarpados y valles de origen volcánico.

Además, muchas de estas sendas guardan una profunda conexión con la historia y la cultura de la región, pasando por antiguos caminos de contrabandistas, ermitas medievales y puentes centenarios. Ya sea para excursionistas experimentados o caminantes ocasionales, Girona ofrece itinerarios adaptados a todos los niveles y preferencias. A continuación, un recorrido por cinco de las rutas más impresionantes de la provincia.

El Puigmal, con 2.913 metros de altura, es la cima más elevada de Girona y una de las montañas más icónicas de los Pirineos catalanes. La ruta clásica parte de la estación de esquí de Vall de Núria y asciende por un sendero exigente pero gratificante. La travesía, de unos 14 kilómetros ida y vuelta, ofrece panorámicas espectaculares y la posibilidad de avistar fauna alpina. Aunque es una caminata desafiante, el esfuerzo se ve recompensado con la vista desde la cumbre.

En invierno, la nieve cubre la cima y convierte el ascenso en una experiencia más técnica, requiriendo equipamiento especializado. Durante el verano y el otoño, el sendero se vuelve más accesible, permitiendo apreciar la flora alpina y los paisajes de alta montaña en todo su esplendor. Además, la ruta forma parte del Parque Natural de las Cabeceras del Ter y del Freser, un espacio protegido que destaca por su biodiversidad. Muchos excursionistas aprovechan la cercanía de Vall de Núria para complementar la experiencia con una visita a su santuario o disfrutar del entorno natural.

El Camino de Ronda es uno de los itinerarios más emblemáticos de la Costa Brava. Este tramo, de aproximadamente 43 kilómetros, permite recorrer calas escondidas, acantilados y bosques de pinos mientras el Mediterráneo se muestra en todo su esplendor. Aunque se puede realizar por secciones, el trayecto entre Sant Feliu de Guíxols y Begur es particularmente hermoso, con vistas panorámicas y paradas en lugares como la cala de Aiguablava o la playa de Sa Conca.

Durante el recorrido, los senderistas pueden disfrutar de una gran variedad de paisajes, pasando de zonas de arena dorada a senderos rocosos con vistas privilegiadas. También es una ruta con un alto valor histórico, ya que muchos de estos caminos fueron utilizados antiguamente por pescadores, contrabandistas y vigilantes costeros. Además, la ruta está bien señalizada y cuenta con diversos puntos de acceso, lo que permite adaptar la caminata a distintos niveles de exigencia.

La comarca de la Garrotxa es conocida por su paisaje volcánico y su riqueza natural. La ruta de las Gorgues de la Garrotxa, que parte de Sant Aniol d’Aguja, es un recorrido de dificultad moderada que sigue el curso del río Llierca hasta llegar a la impresionante cascada del Salt del Brull. Durante el trayecto, los senderistas atraviesan frondosos bosques y cruzan puentes medievales. Es una opción ideal para quienes buscan un entorno de cuento con aguas cristalinas y formaciones rocosas singulares. A lo largo del camino, se pueden encontrar diversas pozas de agua donde los excursionistas pueden refrescarse en los meses más cálidos.

Además, la zona está impregnada de historia, con antiguas ermitas y puentes de piedra que recuerdan el pasado medieval de la región. La combinación de senderos sombreados, pasos estrechos entre rocas y la posibilidad de observar especies como la nutria o el martín pescador hacen que esta ruta sea una de las más especiales de Girona. Para los más aventureros, es posible enlazar la caminata con otras rutas dentro del Parque Natural de la Zona Volcánica de la Garrotxa, explorando sus paisajes de origen volcánico.

El lago de Banyoles, el más grande de Cataluña, ofrece una ruta circular de unos 8 kilómetros, ideal para un paseo relajado en cualquier época del año. El recorrido transcurre por un sendero llano que bordea el lago y permite disfrutar de la fauna y flora autóctonas. Además, cuenta con varios miradores y zonas de descanso, lo que lo convierte en una opción accesible para toda la familia. La tranquilidad del entorno lo hace ideal para quienes buscan desconectar del bullicio urbano y disfrutar de un paseo sin grandes exigencias físicas.

Además del senderismo, el lago es un lugar perfecto para la práctica de deportes acuáticos como el piragüismo o el remo, y en sus alrededores se encuentran diversos puntos de interés cultural, como la iglesia románica de Porqueres y los restos arqueológicos de la Draga, un poblado neolítico. Durante la primavera, el lago se llena de vida con aves migratorias que hacen escala en sus aguas, mientras que en otoño, los tonos dorados y rojizos de los árboles que lo rodean crean un espectáculo visual único. También existen rutas alternativas que se adentran en los bosques cercanos, ofreciendo una mayor variedad de paisajes para explorar.

Ubicada en la zona de Campdevànol, esta ruta es una de las más populares para los amantes de la naturaleza. El itinerario, de aproximadamente 10 kilómetros, sigue el curso del río Torrent de la Cabana y permite descubrir siete pozas de agua y cascadas, donde es posible darse un baño en verano. Aunque no presenta grandes desniveles, algunas partes pueden resultar resbaladizas, por lo que se recomienda llevar calzado adecuado. Cada uno de los siete gorgs (pozas) tiene un encanto particular, con caídas de agua que van desde pequeñas cascadas hasta saltos más espectaculares.

El recorrido es ideal para familias y grupos de amigos que buscan una caminata amena combinada con zonas de descanso y refresco. En otoño, la ruta adquiere un tono especial gracias al cambio de color en la vegetación, mientras que en invierno, algunas pozas pueden congelarse parcialmente, ofreciendo un paisaje completamente distinto. Dado que es una de las rutas más transitadas en verano, se recomienda visitarla en horarios tempranos o fuera de la temporada alta para disfrutar de la tranquilidad del entorno.