El pueblo abandonado de Barcelona que oculta un misterio desde hace 100 años: desaparecidos, pinturas satánicas, psicofonías y leyendas siniestras

La Mussara, situada a una altura de 990 metros sobre el nivel del mar en las montañas de Prades, presenta un paisaje espectacular, pero se ha convertido en un destino imprescindible de los aficionados a lo paranormal

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Niebla en La Mussara. (Shutterstock
Niebla en La Mussara. (Shutterstock España)

Siempre han existido las historias de fantasmas, brujas, demonios, realidades alternativas y terroríficas, espíritus, súcubos, íncubos y sucesos inexplicables. Tal vez porque son inexplicables —o tal vez porque no existen más allá de la mente del que afirma haberlos visto, pero son igualmente sugerentes—, estas historias siempre despiertan la imaginación de los más sensibles, que tienen sus particulares lugares de ‘peregrinación sobrenatural’. En España, entre estos destinos destaca La Mussara, un pueblo abandonado situado a una altura de 990 metros sobre el nivel del mar en las montañas de Prades, en Tarragona.

El pueblo combina dos elementos que lo convierten en objetivo propicio para las teorías de la conspiración: lleva décadas abandonado y se encuentra en un enclave poco propicio para fiestas de cumpleaños infantiles, con viento, frío y niebla. A mediados del siglo XX, La Mussara quedó completamente despoblada. Sin embargo, el proceso de abandono comenzó mucho antes, cuando una serie de factores hicieron que la vida en la aldea se volviera insostenible.

Uno de los principales motivos fue la crisis agrícola que desde finales del siglo XIX azotó la región debido a la filoxera, una plaga devastadora que destruyó los viñedos, una de las principales fuentes de ingresos de sus habitantes. A esto se sumó la falta de recursos hídricos y las condiciones climáticas adversas, que dificultaban la supervivencia en el lugar. Durante la Guerra Civil española, el pueblo experimentó un éxodo significativo, ya que muchos de sus habitantes se vieron obligados a marcharse en busca de mejores oportunidades. Finalmente, en la década de 1960, los últimos pobladores abandonaron La Mussara, dejando atrás únicamente ruinas y un ambiente de desolación que, con el tiempo, sería el caldo de cultivo perfecto para que surgieran todo tipo de relatos macabros.

Desapariciones, niebla y una supuesta “puerta a otra dimensión”

Si hay algo que caracteriza a La Mussara es la espesa niebla que, en ciertos momentos del día, envuelve completamente el lugar. Este fenómeno atmosférico, aunque natural, ha sido vinculado a numerosos relatos paranormales, especialmente a la creencia de que en este pueblo existe un portal hacia otra dimensión.

Según una de las leyendas más extendidas, en La Mussara hay una piedra específica, ubicada en el risco de Les Airasses, que actúa como una “puerta” a otro mundo. Quienes la pisan, afirma la historia popular, pueden desaparecer sin dejar rastro o reaparecer en lugares distintos sin recordar qué ocurrió durante el tiempo en que estuvieron ausentes. Uno de los casos más conocidos de desaparición es el de Enrique Martínez, un hombre que acudió a La Mussara junto con unos amigos para recolectar setas. En un momento dado, se alejó unos metros y, de forma inexplicable (o tal vez explicable, pero desconocida hasta hoy) nunca volvió. A pesar de que se organizaron varias búsquedas, su cuerpo jamás fue encontrado. Años más tarde, sus amigos regresaron al lugar y aseguraron haber presenciado apariciones espectrales en la iglesia del pueblo, avistando la silueta de unos monjes en medio de la bruma.

Este alojamiento es uno de los más especiales de toda la comunidad y se ubica en una de las construcciones más impresionantes de Tarragona

Las desapariciones y fenómenos extraños no terminan ahí. Testimonios de visitantes afirman haber visto a sus acompañantes esfumarse por unos minutos, reapareciendo en otra parte del pueblo sin recordar cómo habían llegado allí. Otros aseguran haber escuchado voces susurrantes entre las ruinas o haber sentido la sensación de ser observados.

Algunos investigadores del misterio (sic) que han explorado la zona aseguran haber registrado psicofonías en su interior, captando sonidos inexplicables como voces que susurran nombres o cánticos extraños. Otros afirman haber visto símbolos satánicos y cruces invertidas pintadas en sus paredes, lo que ha dado lugar a rumores de que la iglesia pudo haber sido escenario de rituales ocultistas en algún momento.

A pesar de su abandono y de las numerosas historias de terror que lo rodean, La Mussara se ha convertido en un destino popular entre excursionistas y aficionados a lo paranormal.