Una mujer muere en un avión y dos pasajeros tienen que pasar horas sentados junto al cadáver: “No puedo creer que nos dijesen que nos quedáramos”

La pareja tuvo que pasar cuatro horas de vuelo al lado del cadáver de una mujer, que no pudo ser trasladado a clase ejecutiva porque “no podían pasarlo por el pasillo”

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Un avión de Qatar Airways,
Un avión de Qatar Airways, al fondo, aterriza en el Aeropuerto Internacional de Damasco proveniente de Qatar. (AP Foto/Omar Sanadiki)

La muerte súbita es la aparición repentina de una parada cardiaca en una persona que, aparentemente, se encuentra sana y en buen estado, de forma que esta parada causa el fallecimiento del individuo. Más concretamente, según la Fundación Española del Corazón, cuando una persona muere súbitamente se considera que fallece “durante la primera hora desde el inicio de los síntomas” o bien el fallecimiento es “inesperado” porque el afectado se encontraba bien en un plazo de 24 horas previas.

La Revista Española de Cardiología indica que, en España, la muerte súbita es la causa del 12% de las defunciones y que, de estas, “el 88% son de origen cardíaco”. Por ello, advierte que el déficit de actividad física y el consumo de ciertos fármacos y drogas pueden “desencadenar su aparición”. Sin duda, una muerte súbita es una situación, aunque poco probable, muy impactante y desagradable, y puede ocurrir en cualquier lugar y en cualquier momento.

Protocolo de fallecimiento durante un viaje en avión

A pesar de la improbabilidad de que suceda, siempre existe la posibilidad de que uno de los pasajeros de un avión sufra un accidente y fallezca durante el vuelo. Ya sea debido a una muerte repentina o por alguna patología previa, la tripulación de un vuelo está formada para realizar primeros auxilios, pero también conoce un protocolo de actuación si se produce un fallecimiento durante el trayecto en avión.

Maniobra de primeros auxilios. (Mihajlo
Maniobra de primeros auxilios. (Mihajlo Maricic - Getty Images)

Según la agencia aseguradora Generali Seguros, existe un protocolo de la Agencia Europea de Seguridad Aérea, que resalta la importancia de cumplir ciertos puntos cuando una persona fallece en un vuelo. El primero y, quizá, uno de los más importantes, es no realizar ningún anuncio al resto de pasajeros, para evitar el pánico a bordo. Tampoco se trasladará el cuerpo a otro lugar, y deberá limitarse a taparlo con mantas para preservar su dignidad y mantener respeto por el fallecido.

Cuatro horas al lado de un cadáver

No cabe duda de que el protocolo de actuación es algo delicado, pero al igual lo es la situación del resto de los pasajeros en caso de volar en un avión donde acaba de morir una persona. La experiencia puede ser traumática, pero aún más lo fue la singular vivencia de Mitchell Ring y Jennifer Colin. La pareja viajaba desde Melbourne hacia Doha, cuando una mujer falleció repentinamente durante el vuelo: “Desafortunadamente, la señora no pudo ser salvada, lo cual fue bastante desgarrador de ver”, relata Mitchell, que explicó que la mujer se desplomó al lado de su asiento, nada más salir del baño.

Debido a que se trataba de “una mujer bastante grande”, los tripulantes no pudieron trasladarla por el pasillo, por lo que le preguntaron al hombre si podía “hacerse a un lado”, ya que había asientos libres a su lado: “Se veían un poco frustrados, luego me miraron y vieron que había asientos disponibles a mi lado, mi esposa estaba al otro lado, estábamos en una fila de cuatro”.

“Luego pusieron a la señora en la silla donde yo estaba”, cuenta Mitchell. Él y su pareja se vieron sorprendidos cuando la tripulación no se ofreció a trasladarlos a otros asientos a pesar de los “pocos asientos vacíos que podía ver a nuestro alrededor”. Además, el hombre recibió instrucciones de no moverse durante el resto del vuelo, mientras el equipo médico vigilaba el cuerpo de la fallecida: “No puedo creer que nos dijeran que nos quedáramos... no estuvo bien”.

Ahora, el reclamo de la pareja se dirige hacia la aerolínea. Mitchell y Jennifer demandan que no han recibido ningún apoyo por parte de Qatar Airways, y que tampoco han hablado con ellos para asegurarse de que están bien: “Tienen el deber de cuidar a sus clientes y a su personal. Necesitamos que se pongan en contacto con nosotros para asegurarse de si necesitamos apoyo y asesoramiento”.