Una pareja de Reino Unido compra un vuelo de escala en España para ir a Manchester porque es más barato que el tren local que costaba 200 €: “Fue una idea un poco loca”

Hay pocas excepciones, si alguna, en cuanto al aumento de precios progresivo y exponencial de todas las cosas habidas y por haber. La más destacable, sin lugar a dudas, es el precio de la mano de obra, cada vez valorada en menos si se tiene en cuenta que es lo único que parece resistirse a cualquier crecimiento significativo y proporcional a todo lo demás.

Alquiler, propiedad, sustento, combustible… y además tiene poco sentido, porque siempre se ha dicho que los avances tecnológicos facilitan y abaratan la producción, y si hay algo exponencial es la velocidad a la que esos descubrimientos van teniendo lugar, por lo que, en cualquier caso, todo debería ser más barato.

Viajar es uno de esos lujos o privilegios que parecen ir a serlo cada vez más, o al menos esa ha sido la tendencia desde hace algunos años. Y, aunque al escuchar esto, uno se imagina que lo más caro sería volar, teniendo en cuenta además que, según datos de la Agencia Europea del Medio Ambiente, es responsable de 38 veces las emisiones de los trenes (lo que significa que utiliza más combustible), una pareja del Reino Unido ha descubierto recientemente que no siempre es así.

Según ha informado el medio inglés The Telegraph, Kristina Coulson y Dan, su marido, necesitaban viajar desde Newquay (Cornwall, Inglaterra) a Manchester, un trayecto de unos 600 kilómetros, para recoger un coche que se acababan de comprar por haber perdido su anterior vehículo al sufrir un accidente en el que colisionaron con un conductor que circulaba bajo los efectos del alcohol.

En un principio, habrían considerado hacer este viaje en tren, pero el billete habría costado 200 libras (casi 240 euros) por cabeza, así que empezaron a buscar una alternativa que no les fuese a suponer tal golpe en la cartera. El itinerario que acabaron por elegir les acabó resultando alrededor de 100 euros más barato, a pesar de incluir un transbordo y 2.000 kilómetros más de trayecto.

La pareja acabó pagando 54 libras (64 euros) cada uno por un vuelo desde Newquay a Málaga (España) y otro desde Málaga a Manchester. Un total de 108 libras (128 euros) con los que, además, pudieron disfrutar de unas (cortas) vacaciones en Málaga, pasando el día en la provincia andaluza antes de volver a casa: “En lugar de sentarme en un tren, viajé a Málaga y pasé 8 horas bajo el sol. Fue toda una pequeña aventura”. Y es que disfrutaron al máximo su breve visita a la ciudad: “Nos tomamos un par de cervezas, comimos y simplemente disfrutamos de tomar el sol durante un ratito. Hacían 18 grados y caminamos 17 kilómetros. Exploramos bastante mientras estuvimos allí. Me lo pasé muy bien en este viaje. Me encantaría volver un par de noches para tener más tiempo de explorar un poco más”.

Ni que decir tiene que salieron ganando en todos los sentidos: “Ha salido algo bueno de algo malo - el accidente de coche y tener que encontrar uno nuevo - porque me envió en dirección de la luz del sol de camino a recoger un coche nuevo. Todo fue puntual - simplemente fue fácil y encantador.” Y por si fuera poco, Kristina demostró que sobra lado bueno, porque además “en un avión tienes un asiento garantizado, no tienes que pasar horas de pie como en el tren, y es más rápido”.