La sencilla ruta por las montañas de Álava que descubre una bonita cascada y es perfecta para hacer en familia

Este sendero recorre uno de los paisajes más pintorescos de la provincia y es un plan perfecto para un fin de semana

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La cascada de Aguake, en
La cascada de Aguake, en Álava (Flickr.com).

La provincia de Álava sorprende al viajero gracias a sus encantos únicos. Esta región, caracterizada por su extensa naturaleza y pequeños pueblos, se ha convertido en un destino rural perfecto para una escapada. Su capital, Vitoria, permite además disfrutar de un patrimonio histórico y monumental único que combina a la perfección con los paisajes típicos de la comarca. Así, muy cerca de la ciudad se encuentra la localidad de Antoñana, un pequeño rincón que invita al viajero a perderse y desde donde parte una de las rutas más especiales.

Este sendero es perfecto para conocer la naturaleza que rodea a este destino y disfrutar de un paisaje único de la montaña alavesa. Es por ello que entre ríos, montes y bosques, el viajero puede descubrir la conocida como cascada de Aguake, un salto de agua que nace del río Sabando y donde la naturaleza es la principal protagonista. Este sendero, de apenas cinco kilómetros de longitud, es perfecto para hacer en compañía de la familia y amigos, pues su dificultad es muy baja y la duración es de alrededor de 1 hora y 45 minutos.

Una ruta para toda la familia

La localidad alavesa de Antoñana es el punto de partida para conocer la cascada de Aguake. Este sendero, ideal para los amantes de la naturaleza, parte desde el centro de la localidad, en la intersección de las calles Arrabal y El Recon, detrás de la iglesia. Una señal vertical indica los dos caminos posibles para iniciar el recorrido, que cuenta con un tramo circular al inicio y al final. En este caso, el trayecto continúa por la calle Arrabal durante 300 metros hasta un desvío a la derecha, donde comienza una pista de tierra.

La cascada de Aguake, en
La cascada de Aguake, en Álava (Flickr.com).

El sendero lleva al primer punto destacado: el puente sobre el río Sabando, cuya corriente se remonta hacia la cascada. Tras cruzarlo, un desvío a la izquierda marca el inicio de un ascenso suave. A lo largo de 350 metros, el camino serpentea entre pistas hasta adentrarse en un frondoso bosque de hayas, señalizado en todo momento para facilitar la orientación. La última parte del recorrido destaca por su belleza singular. Las hayas, el cauce del río y las paredes de roca caliza acompañan a los senderistas hasta la cascada de Aguake.

Este salto de agua, que emerge directamente de la pared incluso en verano, crea una pequeña poza en su base. En época de lluvias, el espectáculo se magnifica con otras cascadas cercanas que enriquecen el paisaje. Para volver, existen dos opciones: desandar el camino original o cruzar el río Sabando utilizando las piedras del cauce. Esta última alternativa, aunque más aventurera, requiere precaución debido al riesgo de resbalar. Al otro lado, un estrecho sendero junto a una acequia lleva de vuelta a Antoñana.

Esta ruta, que combina accesibilidad y paisajes espectaculares, se disfruta especialmente durante la temporada de lluvias, cuando las pozas y cascadas están en su máximo esplendor. Además, las señales y carteles a lo largo del trayecto aseguran una experiencia agradable y sin complicaciones.

Cómo llegar

Desde Vitoria, el viaje hasta Antoñana es de alrededor de 30 minutos por la carretera A-132. Por su parte, desde Logroño el trayecto tiene una duración estimada de 40 minutos por la vía A-2126.

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