Madrid es un lugar de historia, pues en la ciudad, se pueden recorrer de un plumazo algunos de los momentos más importantes de nuestro pasado gracias a los vestigios y huellas que lo reflejan. Muchos de estos lugares, sin embargo, se encuentran ocultos entre el amasijo de edificios propio de las grandes ciudades o no son reconocidos por la sociedad con la importancia que se merecen. Sin embargo, otros imitan y se asemejan en un gran porcentaje a otros grandes monumentos del mundo o incluso lo preceden y han sido pioneros en su construcción.
En este sentido, uno de los monumentos más conocidos del planeta es la Estatua de la Libertad de Nueva York, pero lo que mucha gente desconocer es que Madrid cuenta con su propia estatua. Esta obra, realizada en 1853 por el escultor aragonés Ponciano Ponzano, precede en más de tres décadas a la emblemática figura neoyorquina, inaugurada en 1886. Se enclava además en uno de los espacios más especiales de la capital: el Panteón de España, antes conocido como el Panteón de los Hombres Ilustres. Se trata de uno de los monumentos más curiosos y relevantes de Madrid, tanto por su arquitectura como por lo que alberga.
En este edificio es donde descansan alguno de los políticos y personalidades españolas más valiosos del siglo XIX. Con esto se pretende “mantener el recuerdo y proyección de los representantes de la historia de la democracia española y de aquellas personas que hayan destacado por su labor en defensa de la convivencia democrática, la paz y los derechos humanos, así como el progreso de la ciencia o la cultura”, según Turismo de Madrid.
Un símbolo de libertad y progreso
La Estatua de la Libertad madrileña, esculpida en mármol blanco de Carrara, representa a una figura femenina joven, coronada con un gorro frigio que incorpora una innovadora corona de rayos solares. En su mano izquierda sostiene un cetro, mientras que en la derecha porta un yugo roto, una simbología que alude a la liberación de la opresión y a los ideales revolucionarios que impregnaron Europa durante el siglo XIX.
Con una altura aproximada de dos metros, la escultura fue concebida para coronar el mausoleo de Agustín Argüelles, José María Calatrava y Juan Álvarez Mendizábal, tres figuras clave del liberalismo español. Antes de esta escultura, Ponzano ya había incorporado la imagen de la Libertad con rayos solares en el friso del Congreso de los Diputados en 1848, lo que refuerza la idea de que su obra pudo influir en la concepción de la famosa estatua neoyorquina, tanto es así, que se la compara con ella.
El coloso neoyorkino, obra del escultor francés Frédéric Auguste Bartholdi y con estructura interna diseñada por Gustave Eiffel, es mucho más grande en tamaño, con 46 metros de altura, y está hecha de cobre. Sin embargo, hay similitudes evidentes entre ambas figuras, como el uso del gorro frigio y los rayos solares. Algunos expertos señalan que Bartholdi pudo haberse inspirado en la obra de Ponzano, dada la anterioridad de esta última y su novedoso diseño iconográfico.
Horarios y precios
La entrada al Panteón de España es totalmente gratuita, pero hay que tener en cuenta sus horarios de apertura. Así, permite la entrada de visitantes de martes a sábado de 10:00 h a 14:00 h y de 16:00 h a 18:30 h, mientras que los domingos y festivos es de 10:00 h a 15:00 h. No obstante, el acceso se cierra media hora antes de cada horario.