La tripulación de un vuelo es uno de los pilares de la aviación. Estas figuras representan mucho más que la imagen amable y profesional que reciben los pasajeros a bordo, pues su labor, es esencial para garantizar la seguridad, el confort y el cumplimiento de los estrictos protocolos que rigen los vuelos comerciales. Desde la gestión de emergencias hasta el manejo de pasajeros en situaciones de estrés, estos profesionales combinan habilidades técnicas y humanas en un entorno donde cualquier error puede ser crítico. Sin embargo, también es una profesión estereotipada donde todos los trabajadores cumplen un perfil muy concreto.
Un claro ejemplo de ello se encuentra en la reciente selección de personal realizada por la aerolínea Emirates en Italia. En ella, un centenar de aspirantes postularon al puesto, el cual ofertaba un salario mensual de 2.500 euros, alojamiento en Dubái, cobertura sanitaria y beneficios exclusivos para compras, actividades recreativas y descuentos en vuelos tanto para los empleados como para sus familias. Sin embargo, para algunos candidatos, el proceso de selección terminó antes de comenzar debido a las estrictas reglas estéticas de la compañía, incluida la prohibición de tatuajes visibles.
De acuerdo con el medio italiano Corriere del Veneto, entre los aspirantes rechazados se encuentra Gaia Alberghetti, una joven de 24 años de Dolo, en la provincia de Venecia. Graduada en la prestigiosa Universidad Ca' Foscari, Gaia acudió a las pruebas con la esperanza de cumplir su sueño de convertirse en azafata, pero no avanzó debido a los tatuajes en su antebrazo.
“Tengo un par de tatuajes estilo líneas finas en el antebrazo. Lamentablemente, me dijeron que no podría continuar con las selecciones porque implicaban tatuajes en una parte visible del cuerpo”, explicó Gaia al mismo diario. Aunque decepcionada, no pierde la esperanza de trabajar en el sector de la aviación: “Lo siento, ser azafata es mi sueño. Intentaré unirme a otras empresas con reglas menos rígidas, este es el trabajo que siempre he querido hacer”.
Una serie de requisitos estrictos<div data-testid="editor-image-node">
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Además de la ausencia de tatuajes visibles, el proceso de selección exigía una serie de requisitos específicos. Los candidatos debían medir al menos 1,80 metros, tener un nivel avanzado de inglés y cumplir con un código de vestimenta formal durante las pruebas: las mujeres debían presentarse con tacones altos, moños recogidos, vestidos negros y camisas blancas.
La selección atrajo a candidatos de toda Italia y de otros países, motivados por las condiciones laborales ofrecidas. Trabajar para Emirates implica no solo un salario competitivo y beneficios económicos, sino también la oportunidad de vivir en Dubái y formar parte de una de las aerolíneas más prestigiosas del mundo, conocida por su servicio de lujo y alcance global.
Sin embargo, esto ha abierto de nuevo el debate de sobre las normas estéticas en el ámbito laboral, especialmente en sectores como la aviación, donde la imagen del personal sigue estando altamente regulada. Emirates, como muchas aerolíneas, exige que sus empleados proyecten una apariencia impecable y profesional, un estándar que incluye la prohibición de tatuajes visibles mientras se lleva el uniforme. Para algunos, estas reglas son esenciales para mantener la reputación de exclusividad y elegancia de la compañía. Para otros, representan una barrera innecesaria que excluye a candidatos cualificados, basándose únicamente en su apariencia física.