Moraleja, situada al norte de la provincia de Cáceres, comparte nombre con una de las zonas residenciales más exclusivas de Madrid, aunque su esencia es completamente diferente. Este municipio extremeño, enclavado en la comarca de la Sierra de Gata, es un lugar tranquilo y lleno de encanto rural, rodeado de naturaleza, historia y tradición.
Con una ubicación estratégica y bien comunicada, esta localidad presume de tener unas impresionantes vistas. Con un casco urbano lleno de encanto rural y un entorno natural de gran belleza, Moraleja ofrece al viajero una experiencia auténtica. Sus monumentos históricos, se mezclan con la vitalidad de sus espacios públicos.
Qué ver en Moraleja: un paseo por la localidad
Es el primer pueblo de la Sierra de Gata y también el de mayor población. Además, es el destino perfecto para quienes buscan descubrir el auténtico encanto de Extremadura.
El recorrido puede comenzar en la Iglesia de Nuestra Señora de la Piedad, un templo construido entre los siglos XVI y XVII que destaca por su estilo renacentista y su imponente campanario. Cerca de allí, el Parque Fluvial Feliciano Vegas es un lugar ideal para relajarse junto al río Árrago. Este espacio natural cuenta con zonas de ocio, paseos arbolados y un área recreativa perfecta para disfrutar en familia.
Moraleja también es conocida por su Puente Viejo, una estructura histórica que cruza el río y ofrece una vista pintoresca del paisaje. Su construcción, de origen medieval, es un símbolo del pasado de la localidad como punto estratégico en las rutas de comunicación de la región.
El paseo puede concluir con una visita al mercado local, donde es posible adquirir productos típicos de la comarca, como embutidos, quesos y miel, que reflejan la riqueza gastronómica de la zona. Además, las calles de Moraleja invitan a recorrer pequeños rincones llenos de encanto, como sus plazoletas y fuentes tradicionales.
Por otra parte, Moraleja es un destino ideal para los amantes del senderismo y las actividades al aire libre. Desde los senderos que recorren el río Árrago, hasta los caminos que conectan con los pueblos vecinos de la Sierra de Gata, esta localidad cacereña ofrece acceso a numerosas rutas que atraviesan bosques, riberas y montañas.
Cómo llegar
Moraleja cuenta con una ubicación privilegiada en la zona norte de Cáceres. Así, para acceder a él hay distintas rutas. La manera más directa de llegar aquí es siempre en coche. El municipio se encuentra junto a la carretera EX-A1, que conecta Navalmoral de la Mata con la frontera portuguesa. Desde Cáceres, el trayecto dura aproximadamente 1 hora y 45 minutos, tomando primero la autovía A-66 en dirección norte y luego la carretera EX-108. Si el viaje parte de Madrid, el recorrido es de unas 3 horas y 15 minutos, utilizando la A-5 hasta Navalmoral de la Mata y continuando por la EX-A1.
Por otro lado, también está la opción de ir en autobús. Moraleja está conectada mediante servicios interurbanos con Cáceres, Plasencia y otras localidades de Extremadura. Desde Cáceres, el trayecto en autobús tiene una duración de entre 2 y 2 horas y media, dependiendo de las paradas intermedias.