El espectacular pueblo de Huelva que está en la frontera con Portugal: es de origen árabe y se sitúa en una colina que cae hacia el río Guadiana

Está en la frontera con Portugal, tiene un precioso castillo y está rodeado de naturaleza. Pero lo cierto es que lo que hace de Sanlúcar de Guadiana un pueblo especial es que se sitúa en una colina que cae hacia el río Guadiana. Todo ello explica que merezca la pena visitar el que se considera uno de los rincones más bellos de la provincia de Huelva. Además, es ideal para descubrir en un fin de semana exprés o durante unos días en los que se busque la desconexión y tranquilidad más absoluta, ya que atesora espectaculares monumentos que combina con una curiosa historia.

El Castillo de San Marcos y la Iglesia Parroquial son dos de los edificios de interés de esta maravillosa villa de Andalucía. Aunque lo cierto es que una de sus principales señas de identidad que han marcado su pasado y presente es que dispone de un puerto natural, por el que es posible entrar y salir a las tierras de la meseta desde el Atlántico. Y es que, con poco más de 400 habitantes y una extensión de 96,5 km2, se localiza en el extremo occidental de la provincia de Huelva.

Pero, sin duda, una de las características más llamativas de este pueblo es su localización en una colina que cae hacia el río. El encalado de sus casas permite disfrutar en Sanlúcar de Guadiana de una gran luminosidad. A ello se unen sus complejas cuestas, el pequeño puerto fluvial, los cañaverales de las riberas y la vista de Alcoutím, un pequeño pueblo de Portugal que está al otro lado del río y destaca por el color blanco de sus viviendas.

Los orígenes de Sanlúcar de Guadiana se remontan a la ocupación árabe, cuando grupos musulmanes se establecieron en estas tierras bajo el reino taifa de Niebla, en una época en la que la región estaba prácticamente despoblada. Sin embargo, el núcleo actual del municipio comenzó a gestarse en el segundo tercio del siglo XIII, tras la conquista de estas tierras por Sancho II de Portugal. Inicialmente, pasó a estar vinculada al alfoz de Gibraleón en el siglo XIV, consolidándose como pueblo. En 1435, Doña Isabel Guzmán de Ledesma otorgó la carta de fundación y ordenanza, elevándola al rango de villa.

Durante la Guerra de la Independencia Portuguesa, en el siglo XVII, Sanlúcar sufrió graves consecuencias. El conflicto dejó al municipio en un estado de violencia e indefensión, con numerosos saqueos y robos. Además, la población tuvo que asumir la manutención de las tropas españolas que defendían la frontera. Para reforzar la seguridad, el Conde Jerónimo Ró, maestre de campo general de la frontera, ordenó la construcción del fuerte de San Jerónimo junto a la iglesia parroquial, y en 1642, el Castillo de San Marcos.

A pesar de estas medidas, la villa no logró evitar las ocupaciones militares portuguesas, que en varias ocasiones provocaron la destrucción total del municipio y el éxodo de sus habitantes. No fue hasta el año siguiente cuando los pobladores comenzaron a regresar, dando inicio a la recuperación de la localidad.

La historia de Sanlúcar de Guadiana está marcada por las crecidas del río que le da nombre. Una de las más devastadoras tuvo lugar en 1823, cuando el agua alcanzó los 14 metros de altura, destruyendo 110 de las 240 viviendas del casco urbano. La magnitud del desastre obligó a los vecinos afectados a buscar refugio en el castillo de la localidad.

Pese a estos episodios, la posición geográfica del municipio le otorgó un papel estratégico en la región. En el siglo XIX, Sanlúcar de Guadiana se consolidó como un punto clave para el comercio gracias a su puerto, desde donde se exportaban productos como aguardiente, arroz, azúcar, jabón, plomo y maderas. Esta actividad comercial le permitió mantener una relevancia económica significativa en la zona.

En la actualidad, el municipio ha encontrado en el turismo una nueva fuente de dinamismo. Su puerto es un paso fronterizo habitual para embarcaciones turísticas que visitan este pintoresco enclave.

Sanlúcar de Guadiana combina patrimonio histórico, vistas espectaculares y actividades únicas. Entre los principales puntos de interés destaca el Castillo de San Marcos. Construido en el siglo XVII para proteger la villa durante la Guerra de la Independencia Portuguesa, esta fortaleza ofrece una panorámica inigualable del río Guadiana y de la localidad vecina de Alcoutim, en Portugal.

A su vez, los turistas deben visitar la Iglesia de Nuestra Señora de las Flores, un templo del siglo XVI con un diseño sencillo y encantador, situado en el centro del municipio. Su interior alberga retablos de interés artístico. También el puerto es un lugar ideal para disfrutar del paisaje del río Guadiana y de la actividad náutica. Desde aquí parten embarcaciones hacia Alcoutim, lo que lo convierte en un paso fronterizo singular.

Una de las experiencias más originales de la zona es cruzar el río en una tirolesa que conecta Sanlúcar con Alcoutim, permitiendo a los visitantes “volar” entre España y Portugal. Desde el Mirador del Guadiana se puede contemplar el serpenteante curso del río y disfrutar de la tranquilidad del paisaje natural que lo rodea.

Para llegar a Sanlúcar de Guadiana se puede ir en coche desde Huelva. Hay que tomar la A-49 en dirección a Ayamonte y luego seguir por la N-447 hasta Villanueva de los Castillejos. Desde allí, continuar por la HU-6400 hacia Sanlúcar. El trayecto dura aproximadamente 1 hora y 15 minutos.

No hay autobuses directos a Sanlúcar de Guadiana. Sin embargo, se puede llegar hasta Ayamonte o Villanueva de los Castillejos y desde allí tomar un taxi o transporte privado. Asimismo, está conectada con Alcoutim, en Portugal, a través de un ferry que cruza el río Guadiana. Es una alternativa ideal si se viaja desde el país vecino.