Ni Puigdàlber ni Gliscareny: este es el pueblo más pequeño de Cataluña

Enclavado en la comarca del Berguedà, Sant Jaume de Frontanyà destaca por su entorno natural privilegiado, su tranquilidad y su riqueza histórica. Además, este diminuto municipio recuperó en 2024 el título de ser el pueblo menos habitado de Cataluña, un reconocimiento que no ostentaba desde 2016.

Con apenas 26 habitantes registrados en el último censo, Sant Jaume de Frontanyà ha superado a Gisclareny en el ranking de los municipios con menor población. Así, rodeado de paisajes montañosos y bosques, esta localidad simboliza la esencia de los pequeños núcleos rurales que resisten en la región.

Sant Jaume de Frontanyà ofrece a sus visitantes una experiencia única marcada por su riqueza arquitectónica y natural. En el corazón del pueblo destaca la iglesia de Sant Jaume, un imponente templo románico del siglo XI considerado una joya del patrimonio medieval catalán. Su sobria belleza y su estado de conservación la convierten en el principal atractivo local.

Por su parte, el entorno natural que rodea la localidad invita a disfrutar de paseos entre bosques y montañas, donde la tranquilidad es absoluta. La pequeña plaza del pueblo, sus casas de piedra y las vistas panorámicas completan el recorrido.

Teniendo en cuenta sus dimensiones, es previsible que la visita a Sant Jaume de Frontanyà sea breve. Sin embargo, sus alrededores ofrecen múltiples opciones para disfrutar de la naturaleza y el patrimonio histórico de la comarca del Berguedà. Una de las actividades más recomendables es explorar las rutas de senderismo que conectan con el Parque Natural del Cadí-Moixeró, donde se pueden admirar paisajes de montaña, bosques frondosos y vistas panorámicas impresionantes.

A pocos kilómetros, el embalse de La Baells es un lugar ideal para practicar deportes acuáticos como kayak o paddle surf, además de ofrecer zonas para el descanso y el picnic. Para los amantes de la historia, la localidad de Bagà, con su casco antiguo medieval y el Centro Medieval y de los Cátaros, es una visita imprescindible para entender la influencia de esta corriente en la región.

Otra opción cercana es visitar Castellar de n’Hug, conocido por sus fuentes del Llobregat, donde nacen las aguas cristalinas de este importante río. También se puede disfrutar de sus calles empedradas y su gastronomía local, como los croissants gigantes.

Para llegar a Sant Jaume de Frontanyà desde Barcelona, se requiere de un tiempo aproximado de dos horas. El camino en coche transcurrirá por la C-16 en dirección a Berga, continuando por carreteras locales que llevarán directamente a la localidad. Desde Madrid, la ruta más común es tomar la A-2 en dirección noreste hacia Zaragoza, continuar por la AP-2 y luego por la AP-7 hacia Barcelona. Desde allí se seguirán las indicaciones anteriores.

En transporte público, el trayecto puede incluir un tren desde Barcelona hasta Manresa o Vic, seguido de autobuses hacia Berga y conexiones locales. Sin embargo, las frecuencias son limitadas, por lo que se aconseja planificar con antelación.