En el extremo norte de Álava, la comarca de Ayala emerge como un rincón mágico repleto de paisajes espectaculares, un rico patrimonio histórico y una arraigada tradición cultural. La región destaca por sus fortalezas medievales, iglesias centenarias, viñedos que producen algunos de los mejores vinos de la zona, y una red de rutas de senderismo que permite explorar todas sus joyas naturales. En mitad de todo ello, pequeñas villas de cuento se intercalan dando lugar a un conjunto monumental y etnográfico que es envidiable.
Estas localidades, además, mantienen las tradiciones intactas y permiten descubrir algunos de los secretos mejor guardados de la zona. Uno de ellos es la preciosa villa de Artziniega, un destino único que aúna todos los encantos del valle de Ayala y que sorprende al viajero gracias a su imagen de postal. El pueblo, con su casco medieval y calles empedradas, descubre un rico patrimonio histórico y cultural que le ha valido para ser considera como Conjunto Monumental Histórico.
Un caso histórico extraordinario
Para comprender mejor los secretos que guarda Artziniega es necesario conocer su historia. La zona donde ahora se asienta la villa ha estado habitada desde tiempos inmemoriales, tal y como lo demuestran unos restos encontrados en una cueva cercana. Pero no solo eso, pues en el santuario de la Encina, también se han encontrado restos romanos pertenecientes a los siglos IV y VI. Sin embargo, la localidad como se conoce en la actualidad comienza a mencionarse a finales del siglo XIII, época en la que el rey Alfonso X el Sabio otorgó el título de villa a Artziniega.
Más tarde, la localidad pasó a manos de D. Pedro López de Ayala, personaje que da nombre a la comarca donde se asienta. Desde ese momento hasta hoy, el pueblo ha mantenido su encanto rural gracias a su bonito casco antiguo. Este es uno de los mejor conservados del País Vasco y sus calles empedradas y estrechas, flanqueadas por casonas y palacetes barrocos y renacentistas de los siglos XVII, XVIII y XIX, transportan al visitante a otra época. Un paseo por ellas permiten perderse entre un patrimonio que está declarado Conjunto Monumental Histórico desde 1995.
Entre los edificios más emblemáticos destacan la iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Asunción, un majestuoso templo gótico-renacentista del siglo XVIII, y la Torre Ortiz de Molinillo de Velasco del siglo XVI, una edificación defensiva que testimonia el pasado medieval de la villa.
A esto hay que sumar otros puntos de interés como la torre de la calle Correo, el convento de las Agustinas, sobre la antigua torre Monteano y Oribe Salazar, y el santuario de nuestra señora de la Encina. Este templo, tal y como lo conocemos hoy, fue construido en 1498 en un estilo gótico-renacentista y se dice que se levantó as la aparición de la virgen a una joven de Artziniega que se encontraba junto a una encina.
Museos y cultura local
Artziniega también destaca por su apuesta cultural. El Museo Etnográfico, situado en un antiguo convento franciscano del siglo XVI, es una joya para quienes desean conocer las tradiciones y costumbres de la comarca. En sus salas se exhiben utensilios, vestimentas y herramientas que muestran la vida rural y urbana de la región a lo largo de los siglos. Además, el museo organiza actividades y talleres que acercan a los visitantes a oficios tradicionales como la cestería o la alfarería.
Por otro lado, el Museo Sacro ofrece un recorrido por el arte religioso de la villa y sus alrededores. En su colección destacan tallas, relicarios y ornamentos litúrgicos que datan desde la Edad Media hasta el siglo XVIII, lo que lo convierte en un espacio imprescindible para los amantes del arte sacro. A su vez, tampoco hay que pasar por alto el taller-museo Santxotena, un espacio donde poder contemplar las obras de este autor que sorprende gracias a su maestría con la madera.
Igualmente, uno de los eventos más destacados de Artziniega es su mercado medieval. Conocido como Mercado de Antaño, se celebra cada año el primer domingo de septiembre, día en el que el casco antiguo de la villa se convierte en un escenario vivo del pasado. Así, se recrea un mercado medieval donde los habitantes de la villa se visten con trajes de época y muestran los antiguos oficios y labores que se practicaban en el siglo XV. Artesanos, músicos y actores se suman a esta celebración, haciendo de ella una experiencia única para toda la familia.
Un paraíso natural
El entorno natural de Artziniega es un paraíso para los amantes del senderismo y el aire libre. Las rutas que rodean el municipio permiten explorar una gran diversidad de paisajes, desde bosques autóctonos hasta prados y arroyos cristalinos. Entre las más populares está la subida al monte Peñalba, que ofrece espectaculares vistas panorámicas de la comarca, ideales para disfrutar de la tranquilidad y belleza del entorno.
Artziniega también forma parte del Parque Natural de Gorbeia, un espacio protegido que alberga una rica biodiversidad y que es perfecto para rutas de diferente dificultad. Desde caminatas relajadas hasta desafiantes ascensos, el parque ofrece opciones para todos los niveles.
Para los más aventureros, las cuevas y formaciones kársticas de la zona representan una oportunidad única para la exploración. Estas estructuras, modeladas por siglos de erosión, esconden rincones llenos de misterio y belleza natural, atrayendo tanto a geólogos como a excursionistas.
Cómo llegar
Desde Bilbao, el viaje es de alrededor de 35 minutos por las carreteras BI-636 y BI-2604. Por su parte, desde Vitoria el trayecto tiene una duración estimada de 55 minutos por las vías N-622 y A-624.