Estos son los aeropuertos más peligrosos del mundo: entre montañas, a pie de playa y con condiciones meteorológicas extremas

La aviación es una de las formas más seguras de viajar, pero ciertos aeropuertos representan verdaderos desafíos tanto para pilotos como para pasajeros. En algunos casos, las pistas están ubicadas en terrenos complicados, rodeados de montañas, fiordos o acantilados, lo que exige maniobras milimétricas para garantizar la seguridad.

En otros, las condiciones climáticas adversas, como vientos cruzados, turbulencias o bajas temperaturas, añaden un nivel adicional de dificultad. Además, ciertos aeropuertos presentan características únicas, como pistas cortas o inclinadas, que no dejan margen para errores. Es por ello, que se ha elaborado una selección con los aeropuertos más peligrosos del mundo.

El Aeropuerto Cristiano Ronaldo, en Madeira, está ubicado en una isla rodeada por el Atlántico y montañas, lo que genera condiciones de fuertes vientos y turbulencias frecuentes. Una sección de su pista está sostenida por pilares elevados sobre el mar, aumentando la complejidad de los aterrizajes, especialmente en días de mal tiempo. La cercanía del terreno montañoso obliga a los pilotos a realizar maniobras extremadamente precisas, convirtiéndolo en un verdadero desafío para la aviación.

Ubicado entre fiordos y glaciares, el Aeropuerto de Narsarsuaq es conocido por sus condiciones climáticas extremas. La pista, que suele permanecer helada, complica las operaciones debido a los vientos cruzados y la baja visibilidad. Además, la proximidad de formaciones de hielo presenta un peligro constante. Los pilotos deben ser expertos en operar bajo estas condiciones extremas, lo que hace de Narsarsuaq uno de los aeropuertos más desafiantes del mundo.

Famoso por la playa Maho, situada justo al final de su pista, el Aeropuerto Internacional Princesa Juliana es un destino icónico para turistas y un desafío para los pilotos. Los aviones vuelan a escasos metros de los visitantes antes de aterrizar, lo que exige una precisión absoluta en cada aproximación. La pista corta y la cercanía al agua aumentan la dificultad, convirtiéndolo en uno de los aeropuertos más espectaculares y peligrosos.

El Aeropuerto de Gibraltar destaca por su singularidad: su pista atraviesa la avenida Winston Churchill, la principal calle de la ciudad. Durante los despegues y aterrizajes, el tráfico vehicular se detiene por completo. A esto se suman los vientos impredecibles del Estrecho de Gibraltar, que complican las maniobras. La combinación de factores hace de este aeropuerto un desafío único para la aviación comercial.

Enclavado en los Alpes franceses, el Altipuerto de Courchevel es conocido por su pista inclinada de solo 525 metros de longitud. Rodeado de montañas nevadas, este aeropuerto requiere pilotos altamente capacitados y acostumbrados a condiciones extremas. Los aterrizajes deben ser precisos, ya que no hay margen para errores. A pesar de su peligrosidad, es popular entre quienes visitan esta exclusiva estación de esquí.

Con una pista de apenas 400 metros, el Aeropuerto Juancho E. Yrausquin es uno de los más cortos del mundo. Flanqueado por acantilados que caen directamente al mar, no deja espacio para maniobras de emergencia. Solo pilotos experimentados pueden operar en este aeropuerto, que combina belleza escénica con un alto nivel de dificultad en cada despegue y aterrizaje.

Situado a 2.860 metros de altitud, el Aeropuerto Tenzing-Hillary está diseñado para ser la puerta de entrada al Monte Everest. Su pista, extremadamente corta, termina en un precipicio, por un lado, y en una montaña por el otro. Las condiciones meteorológicas cambian rápidamente, lo que hace que los aterrizajes sean un verdadero reto incluso para los pilotos más experimentados. Es conocido como uno de los aeropuertos más peligrosos del mundo.