La impresionante ruta por los Pirineos a través de paredes de 200 metros de altura, puentes colgantes y pasarelas metálicas

Entre Mont-Louis y Vilafranca de Conflent, un abrupto desfiladero se abre paso, dando lugar a uno de los paisajes más impresionantes del Pirineo oriental francés. Este paraje se caracteriza por sus paredes escarpadas e imponentes acantilados que moldean un cañón que se ha convertido en un paraíso perfecto para los amantes de la naturaleza y el senderismo. Estamos hablando de las Gargantas de Carançà, un enclave situado en el municipio de Thuès-Entre-Valls y que cuenta con una red de senderos que dejan con la boca abierta.

Todo ellos permiten recorrer un paisaje vertiginoso a más de 200 metros de altura que muestra toda la majestuosidad de los Pirineos. Así, cuenta con una ruta circular de unos 10 kilómetros de longitud que se ha convertido en todo un reclamo en la región. Este recorrido es conocido por su impresionante entorno natural y sus desafiantes tramos, convirtiéndolo en una experiencia inolvidable. El sendero, de dificultad media-alta, incluye pasos por puentes colgantes y pasarelas metálicas que se aferran a las paredes del cañón, lo que la hace especialmente emocionante, pero no apta para personas con vértigo.

El punto de partida de esta aventura es la pequeña localidad de Thuès-Entre-Valls, donde hay un aparcamiento habilitado para los visitantes. Desde aquí, los senderistas pueden seguir las indicaciones del panel “La Carança per Roc de Madrieu ou Corniche”, que marcan el inicio del itinerario. El camino comienza con una subida a través de un frondoso bosque de robles, ofreciendo un ambiente fresco y sombreado. Tras alcanzar un punto elevado, el sendero desciende hasta el río Carança, donde los visitantes encuentran un cartel que indica “Refugi de Ras de Carança per les Passerrelles”.

Este tramo es uno de los más destacados, ya que las pasarelas y puentes colgantes sobre el río proporcionan vistas impresionantes y una buena dosis de adrenalina. Es importante tener en cuenta que, tras recorrer las pasarelas, es necesario regresar al cartel inicial, puesto que el camino hacia adelante conduce al Refugio de Carança, un itinerario adicional que lleva aproximadamente tres horas. De vuelta al cartel anterior, la ruta prosigue siguiendo la dirección de “Balcons de la Tet per Fontpedrouse”.

Este tramo lleva a los senderistas a cruzar más pasarelas y balcones de piedra tallados directamente en las paredes del cañón, ofreciendo panorámicas espectaculares del entorno. La sensación de caminar tan cerca del vacío, rodeado de una naturaleza abrumadora, es simplemente única. Para finalizar la ruta, es necesario seguir la indicación del cartel “Parc auto per la Chambre d’eau”, que conduce de regreso al aparcamiento. Este último tramo permite a los caminantes disfrutar de un descenso tranquilo.

Debido a la naturaleza desafiante de la ruta, es fundamental ir bien preparado. Se recomienda llevar calzado adecuado para terrenos irregulares, ropa cómoda y agua suficiente para mantenerse hidratado durante el recorrido. Además, quienes no estén acostumbrados a la altura o a los pasos estrechos deben considerar su nivel de comodidad antes de embarcarse en esta aventura.

La mejor época para realizar esta ruta es entre primavera y otoño, cuando las temperaturas son más agradables y las condiciones climáticas favorecen el senderismo. Asimismo, es aconsejable comenzar temprano para disfrutar del recorrido con calma y aprovechar al máximo la luz del día.

Desde Perpiñán, el viaje hasta Thuès-Entre-Valls es de alrededor de 1 hora por la carretera D66. Por su parte, desde Puigcerdà el trayecto tiene una duración estimada de 45 minutos por la misma vía.