Entre montañas, cascadas y extensos valles, el Pirineo aragonés es uno de los destinos más impresionantes de Europa. Este rincón del norte de España guarda unos encantos únicos que los ha convertido en un referente en el turismo rural y de invierno en nuestro país. Es por ello, que son muchos los viajeros que se acercan hasta estos parajes durante estas fechas para disfrutar de la nieve y de los maravillosos paisajes que ofrece. Uno de ellos ha sido el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, quien ha optado por pasar unos días de descanso en la estación de esquí de Cerler, situada en el Pirineo de Huesca.
Este destino, conocido por sus impresionantes paisajes y su oferta para los amantes de los deportes de invierno, ha sido seleccionado por Sánchez para disfrutar de las vacaciones navideñas junto a su familia. Según fuentes del sector turístico de la región consultadas por EFE, el líder del Ejecutivo ha estado dedicando su tiempo a practicar esquí, una afición que cultiva desde la infancia y que ha mencionado en numerosas ocasiones.
La estancia de Sánchez en Cerler se alargó hasta el pasado 30 de diciembre, fecha en la que ha regresado a Madrid. Durante su visita, el presidente se alojó en el Hotel Casa Cornel, un establecimiento con historia que data del siglo XII y que destaca por su arquitectura tradicional de piedra, madera y pizarra, elementos característicos del valle de Benasque.
La estación de Cerler: un paraíso para los esquiadores
Cerler, que forma parte del grupo Aramón, ofrece actualmente 18 kilómetros de pistas esquiables distribuidas en 19 trazados abiertos al público. Este enclave montañoso, considerado uno de los destinos más destacados para el turismo invernal en España, no es nuevo para Sánchez, quien ya ha visitado la zona en diversas ocasiones en los últimos años. Además de esquiar, el presidente ha practicado en anteriores visitas actividades como bicicleta de montaña y snowboard, consolidando así su conexión con este entorno natural privilegiado.
El Hotel Casa Cornel, donde se alojó Sánchez, se encuentra a pocos minutos de la estación de esquí. Esta antigua casa señorial, gestionada por la familia Cornel desde su fundación, conserva su estética original y ofrece a los visitantes una experiencia que combina confort y tradición. Además, su ubicación o convierte en un punto de partida ideal para quienes desean explorar el valle de Benasque.
Más allá de su proximidad a la estación de esquí de Cerler, el hotel está rodeado de senderos, rutas de escalada y paisajes espectaculares que atraen a aficionados al senderismo, la bicicleta de montaña y otros deportes de aventura. Durante la temporada de invierno, su cercanía a las pistas esquiables es un atractivo clave para esquiadores de todos los niveles.
El Hotel Casa Cornel: historia y encanto en el corazón del Pirineo
El hotel ofrece diversas opciones de alojamiento diseñadas para satisfacer las necesidades de diferentes tipos de huéspedes. Cada habitación está decorada con un estilo rústico pero moderno, y está equipada con todas las comodidades necesarias, como calefacción, televisión y conexión WiFi. Entre sus opciones destacan la habitación doble superior ‘Junior Suite’, que incluye una cama de matrimonio, un baño completo, salón con sofá y escritorio, y una terraza privada con vistas al valle. Algunas también cuentan con una bañera de hidromasaje, ideal para relajarse después de una jornada de esquí.
La dúplex familiar está diseñada para grupos de hasta cuatro personas, cuenta con dos plantas, la superior abuhardillada, ofreciendo un espacio acogedor para familias o pequeños grupos. En el caso de la doble confort, esta es perfecta para parejas y está equipada con terraza o balcón y vistas panorámicas del valle y las montañas. El hotel también cuneta con habitaciones individuales, que son perfectas para viajeros en solitario, pues combinan privacidad y funcionalidad. Algunas permiten incluir una cama supletoria para mayor flexibilidad.
Pero el Hotel Casa Cornel no solo destaca por sus habitaciones, sino también por sus instalaciones pensadas para garantizar una experiencia completa. Los huéspedes pueden disfrutar de un hall con chimenea, ideal para relajarse al calor del fuego tras un día en la nieve. La terraza con solárium y las zonas ajardinadas permiten contemplar las vistas del entorno natural en un ambiente tranquilo. Además, el hotel ofrece parking privado, facilitando el acceso para quienes viajan en vehículo.
Los precios de las habitaciones varían según la temporada y la antelación con que se realice la reserva. Durante los fines de semana y festivos, las tarifas suelen ser más elevadas debido a la alta demanda. Por ejemplo, la habitación individual oscila entre 66 y 110 euros por noche, mientras que la doble superior puede alcanzar los 220 euros. El dúplex familiar, por su parte, tiene un coste que fluctúa entre 199 y 350 euros.