Portugal se ha consolidado como uno de los destinos favoritos de los españoles, no solo por su proximidad geográfica, sino también por la riqueza histórica y cultural de lugares como Óbidos. Este pequeño pueblo, considerado uno de los más pintorescos del país, está rodeado por imponentes murallas y presidido por un castillo medieval que lo convierten en una parada obligatoria para quienes visitan el norte de Lisboa, a apenas 85 kilómetros de la capital lusa.
Pero no solo eso, pues gracias a su casco histórico, con calles adoquinadas, casas encaladas y una mezcla de estilos gótico, renacentista y barroco. Y es que, Óbidos se asemeja a una obra de arte que ha resistido el paso del tiempo, convirtiéndose así en uno de los 55 pueblos que son los mejores del mundo en 2024, según la Organización Mundial del Turismo (OMT). En este sentido, los Best Tourism Villages, en su cuarta edición, continúa destacando el papel de las localidades rurales en el desarrollo turístico sostenible, reconociendo su riqueza paisajística, diversidad cultural y valores tradicionales.
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Fundada bajo dominio árabe, la villa fue recuperada por los cristianos en 1148, lo que marcó el inicio de una etapa de reconstrucción y embellecimiento que se ha preservado hasta nuestros días. Caminar por su casco histórico es una experiencia que transporta a los visitantes casi mil años atrás. En 1282, la belleza de Óbidos llevó al rey de Portugal a regalarla a la reina como obsequio de bodas, instaurando una tradición en la que las soberanas lusas se esmeraban por dejar su huella en la localidad. Aunque esta costumbre ha desaparecido, el pueblo conserva el título de uno de los más bellos de Portugal.
Qué ver y hacer en Óbidos
A pesar de que puede recorrerse en un día, Óbidos ofrece numerosos atractivos para quienes prefieren disfrutar con calma de sus encantos. Entre ellos destaca la playa do Bom Sucesso, cercana a la Laguna de Óbidos, un lugar donde el contraste entre el mar y las estructuras medievales genera paisajes que han cautivado a fotógrafos de todo el mundo. Sin embargo, si por algo destaca la localidad es por su castillo y sus murallas, las cuales son el epicentro de su riqueza cultural y medieval.
Según destaca la web Turismo en Portugal, su diseño circular, poco común en la arquitectura defensiva, fue una respuesta estratégica para resistir los avances bélicos del cañón medieval. Estas fortificaciones, junto con el casco histórico, representan uno de los mejor conservados ejemplos de arquitectura militar en el país. Igualmente, a pocos kilómetros se encuentra Eburobrittium, una ciudad romana descubierta en 1994 que conserva vestigios del siglo I prácticamente intactos.
Pero no solo eso, pues Óbidos también alberga un rico patrimonio religioso, entre el que sobresalen la iglesia Matriz de Santa María y la iglesia de São Pedro, que guardan siglos de historia y arte. Para los amantes de la cultura, el pueblo cuenta con museos como el Museo Abílio de Mattos e Silva y el Museo Municipal, que ofrecen una perspectiva profunda sobre la vida en Óbidos. Además, las galerías Casa do Pelourinho y Novaogiva amplían la oferta cultural con exposiciones de arte contemporáneo y tradicional.
Cómo llegar
Desde Lisboa, el viaje es de alrededor de 1 hora y 10 minutos por la carretera A8. Por su parte, desde Oporto, el trayecto tiene una duración estimada de 2 horas y 20 minutos por la vía A17.