La Organización Mundial del Turismo (OMT) ha dado a conocer la lista de los mejores pueblos turísticos del año 2024, en el marco de su ya consolidada iniciativa Best Tourism Villages. En su cuarta edición, el programa continúa destacando el papel de las localidades rurales en el desarrollo turístico sostenible, reconociendo su riqueza paisajística, diversidad cultural y valores tradicionales.
Este año, 55 pueblos de todo el mundo han sido seleccionados entre un total de 260 candidaturas presentadas por más de 60 países miembros de la OMT. Además, otras 20 localidades han sido incluidas en el Programa Upgrade, diseñado para brindar apoyo y facilitar su progreso hacia los estándares de la distinción. De todas esas localidades, España ha vuelto a contar, como ya hizo el año pasado, con tres pueblos dentro de los mejores del mundo. Esto sigue poniendo en valor el potencial turístico de nuestro país, donde las villas rurales siguen siendo uno de los principales reclamos.
Pero esto no es todo, pues muy cerca de nuestro país, Portugal también cuenta con dos pueblos que representan su cultura, tradición e historia. Así, Óbidos y Santa Cruz da Graciosa se convierten en destinos ideales para hacer una escapada desde España, pues permiten disfrutar de un rico patrimonio en mitad de un impresionante entorno natural.
Óbidos
Óbidos, un pintoresco pueblo situado en el distrito de Leiria, Portugal, es una de las joyas históricas más apreciadas del país. Conocido por su bien conservado casco amurallado, este destino ofrece una experiencia única que transporta a los visitantes a la época medieval. Su arquitectura, marcada por calles empedradas, casas encaladas y adornadas con flores, y una imponente fortaleza del siglo XII, hacen de Óbidos un lugar de gran atractivo turístico.
El pueblo, declarado patrimonio nacional, cuenta con destacados puntos de interés, como la iglesia de Santa María, un templo renacentista que alberga obras de arte de gran valor histórico, y la Porta da Vila, la entrada principal decorada con azulejos típicos portugueses. Además, Óbidos es famoso por su tradicional licor de ginjinha, servido en pequeños vasos de chocolate, una experiencia imperdible para quienes lo visitan.
La ciudad también destaca por su programación cultural. Cada año, celebra el Festival Internacional del Chocolate, la Feria Medieval y el Festival Literario Fólio, eventos que atraen a miles de turistas. Este pequeño enclave ha sabido preservar su esencia histórica mientras se posiciona como un destino turístico de referencia en Portugal, combinando patrimonio, gastronomía y tradición.
Santa Cruz de Graciosa
Santa Cruz da Graciosa, en la isla Graciosa, es un refugio de tranquilidad en el archipiélago de las Azores, Portugal. Este municipio, único en la isla, combina paisajes volcánicos, tradiciones bien conservadas y una atmósfera relajada que atrae a quienes buscan desconexión y naturaleza. El centro de Santa Cruz destaca por su arquitectura tradicional, con calles empedradas, casas blancas con detalles de basalto y su iglesia matriz, dedicada a Santa Cruz, una joya del siglo XVI.
Entre sus atractivos más notables se encuentra la Furna do Enxofre, una cueva volcánica con un imponente lago subterráneo, conocida por sus formaciones geológicas únicas y su particular olor a azufre. Graciosa, declarada Reserva de la Biosfera por la UNESCO, ofrece actividades al aire libre como senderismo, observación de aves y buceo. A pesar de ser la segunda isla más pequeña de las Azores, Santa Cruz da Graciosa guarda una riqueza cultural y natural que la convierte en un destino único para quienes desean descubrir el lado más sereno y auténtico de Portugal.