El convento del siglo XIII que es una de las joyas del gótico portugués: la aclamación de un rey y un largo proceso de restauración

Este templo presenta a día de hoy una gran combinación de estilos gracias a las reformas y restauraciones que ha sufrido a lo largo de los siglos

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Convento de San Francisco, en
Convento de San Francisco, en Santarém, Portugal (Turismo Portugal).

En lo alto de una colina, el bello pueblo de Santarém se alza como un mirador natural sobre el valle del río Tajo. Esta localidad, situada en la región de Llezíria, formaba parte de las tierras de la Orden de Cristo, que apoyó financieramente los descubrimientos de los portugueses. Así, esta villa adquirió una gran importancia durante la época, aspecto que se refleja a día de hoy en su patrimonio histórico y en conjunto monumental.

Tanto es así, que alberga infinidad de puntos de interés, siendo uno de los más relevantes el convento de San Francisco. Este templo es una de las joyas del gótico portugués y su arquitectura y apariencia evoca a épocas pasadas. Es por ello, que se alza como un testimonio vivo de la historia religiosa y arquitectónica de Portugal, siendo un lugar donde ocurrieron algunos de los hechos más importantes de la historia del país.

Un centro religioso relevante

El convento de San Francisco fue fundado en 1242 durante el reinado de Don Sancho II y su construcción se inició tras la llegada de los frailes franciscanos a la región. A lo largo de los siglos, el edificio no solo desempeñó un papel crucial en la vida religiosa, sino que también se convirtió en un importante escenario de eventos históricos y culturales. Desde sus primeros años, el convento se estableció como un sitio destacado para enterramientos. Numerosos miembros de la nobleza y figuras importantes de la época eligieron este espacio como lugar de descanso eterno.

Uno de los casos más significativos fue el del rey Don Fernando I, quien ordenó la construcción de un coro alto en el siglo XIV con la intención de ser sepultado allí. Además, el convento fue testigo de significativos episodios históricos. En 1477, Don Juan fue aclamado como rey de Portugal en este lugar, un evento que marcó la historia política del país. Décadas más tarde, en 1580, se celebraron cortes en el edificio, consolidando su relevancia como centro de decisiones en momentos cruciales.

Convento de San Francisco, en
Convento de San Francisco, en Santarém, Portugal (Adobe Stock).

Tras la extinción de las órdenes religiosas en Portugal en 1834, el convento dejó de funcionar como espacio religioso y fue destinado a usos civiles. En 1844, se transformó en cuartel del Regimiento de Caballería de Santarém, lo que alteró significativamente su estructura original. En 1940, un incendio provocó graves daños al edificio, sumándose al deterioro acumulado a lo largo de los años. Durante décadas, el convento permaneció en un estado de abandono hasta que, en 1999, se iniciaron trabajos de conservación y restauración para recuperar su monumentalidad y adaptarlo a nuevos usos culturales.

Una mezcla de estilos

El diseño del convento refleja los ideales de austeridad y sencillez característicos de las órdenes mendicantes. La iglesia, con amplios espacios y pilares delgados que sostienen altos vanos, se caracteriza por su decoración sobria y funcional, propia de la época medieval. Sin embargo, con el paso del tiempo, el edificio incorporó elementos de estilos arquitectónicos posteriores, como el manuelino, el renacentista y el barroco, que enriquecieron su diseño original.

A su vez, cabe destacar que la estructura que se puede contemplar a día de hoy es una restauración que comenzó en 1999 con la intención de recuperar la monumentalidad del edificio, hecho que todavía hoy impide su visita, tal y como señala la web de Turismo de Portugal. Es por ello que destacan numerosas intervenciones hechas a lo largo de los siglos, como son: el claustro, construido en estilo manuelino; la capilla de las Almas, que presenta un trazado renacentista; y la capilla sepulcral de los Menezes, que está proyectada en estilo manierista.

Cómo llegar

Desde Lisboa, el viaje es de alrededor de 1 hora y 15 minutos por las carreteras A1 y A13. Por su parte, desde Coimbra el trayecto tiene una duración estimada de 1 hora y 25 minutos por la vía A13.

El impresionante palacio barroco que es uno de los más bonitos de Portugal.
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