Todo el mundo prefiere una habitación con buenas vistas. Así, bien despejado desde la ventana, que pueda entrar abundante iluminacion natural y que deje ver algo más que la fachada de enfrente: puede ser un factor decisivo que suponga la diferencia entre que estar en casa sea cosa de “pudrirse” entre cuatro paredes o, idealmente, facilite romantizar la existencia un poco y un rato, disfrutando del paisaje.
Pocos llegan al nivel de Enrique I de Inglaterra, y es que, por habitaciones con vistas, la suya se lleva la palma: su padre, Guillermo I de Inglaterra, levantó la llamada Torre del Rey allá por el año 1107, como parte del Castillo de Corfe. Se alza sobre una empinada colina del condado de Dorset, en la costa meridional de Inglaterra, vigilando un paso en las Colinas de Purbeck sobre la ruta entre Wareham y Swanage: 23 metros de piedra caliza reluciente en el interior del complejo de la fortaleza, construida de acuerdo con los mayores estándares de lujo de la época, y contando incluso con una “ventana de apariciones” desde la que salir a saludar a sus súbditos, como diciendo “aquí estoy, miradme” y pavonearse en su ático por tener un ático.
Los esfuerzos de recuperación de la Fundación Nacional y de James Gould, jefe de operaciones del castillo
En 1646, durante la primera guerra civil inglesa, las fuerzas parlamentarias destruyeron parcialmente la fortaleza: aunque las paredes de la torre se mantuvieron en pie, quedaron bastante dañadas, y desde entonces el acceso a sus pisos superiores ha sido imposible. Por primera vez en 378 años, sin embargo, esto ha cambiado: la Fundación Nacional para los Lugares de Interés Histórico o de Belleza Natural ha instalado una plataforma de acceso temporal, permitiendo a los visitantes subir una escalera levantada en el interior de la torre para llegar hasta los lujosos “aposentos” del otrora monarca y disfrutar de las impresionantes vistas.
Esta oportunidad ha surgido como parte de un proyecto de conservación que comenzó hace unos tres años y cuyo fin era proteger la torre del deterioro natural. Según James Gould, el jefe de operaciones del castillo, el tiempo, la naturaleza, y los elementos de la naturaleza han expuesto al torreón a un deterioro acelerado: “Durante el seco verano de 2022, nos dimos cuenta de que algunas de las piedras se estaban soltando un poco, así que realizamos una investigación más grande sobre las condiciones de todo el castillo. Nos dejó ver que nos hace falta seguir pensando para conservarlo para el futuro”. Para poder iniciar la construcción de la plataforma de acceso, una estructura autoportante levantada en el interior de la torre, hizo falta el permiso de Historic England, ya que se trata de un monumento nacional de “primer grado”.
Los visitantes deberán abonar una suma de un máximo de £15 - unos 18 euros - para acceder al tour de la Torre del Rey, el cual les dará acceso a “una ventana al mundo de los reyes” a través de la ventana de un rey, con vistas de todo el sur de Dorset.