La policía detiene al “piloto fantasma de Fórmula 1” tras seis años de búsqueda: conducía un coche de GP2 con los colores de Ferrari

El “piloto fantasma” es un hombre de 51 años, que maneja un Dallara GP2/08 pintado con los icónicos colores rojos de Ferrari y adornado con la publicidad que lucía el monoplaza de Michael Schumacher 

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Imagen del "piloto fantasma de
Imagen del "piloto fantasma de Fórmula 1" (captura de pantalla de la cuenta TrackZone de Youtube)

La policía de Praga logró detener a un hombre conocido como el “piloto fantasma de Fórmula 1”, tras seis años de búsqueda. El arresto, ejecutado este domingo 7 de septiembre, puso fin a una investigación que comenzó en 2019 cuando se divulgaron los primeros vídeos en los que el individuo conducía un coche de carreras, decorado como un auténtico monoplaza de Fórmula 1, por carreteras abiertas al tráfico en la República Checa. La operación, según fuentes policiales, se desencadenó por varias llamadas de conductores que informaron sobre la presencia de un vehículo de competición circulando a gran velocidad en el suroeste de la capital checa.

El protagonista de la historia, un hombre de 51 años, manejaba un Dallara GP2/08 pintado con los icónicos colores rojos de la escudería Ferrari y adornado con la publicidad clásica que lucía el equipo cuando Michael Schumacher dominaba la máxima categoría del automovilismo mundial. En los primeros vídeos difundidos en 2019, el coche fue confundido por algunos espectadores con un auténtico Fórmula 1, lo que generó mayor repercusión y viralidad en redes sociales. Según la investigación policial, el individuo contaba con la colaboración de su hijo y utilizaban el canal de YouTube TrackZone para compartir imágenes y vídeos de sus incursiones.

Las autoridades locales reconocieron que el caso representó uno de los mayores desafíos para los cuerpos de seguridad vial de la región. A pesar de que el conductor estuvo en el radar policial desde la aparición de los primeros vídeos virales, durante años no fue posible identificarlo con certeza, ya que permanecía siempre cubierto con casco y vestimenta propia de piloto de competición. A falta de pruebas concluyentes sobre su identidad, la búsqueda se prolongó hasta este domingo, cuando un nuevo avistamiento reactivó la investigación.

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Imagen del "piloto fantasma de Fórmula 1" (captura de pantalla de la cuenta TrackZone de Youtube)

La colaboración ciudadana fue clave para ubicar la posición del monoplaza. Varios conductores que circulaban cerca de Dobris notificaron a las fuerzas de seguridad tras reconocer el inconfundible monoplaza de colores rojos y logotipos distintivos. Ese mismo día, la policía montó una operación en la que participaron varias patrullas y un helicóptero, desplegados en la zona hasta localizar al sospechoso en una gasolinera. Allí, el hombre, identificado ya por los agentes, intentó oponerse a su detención alegando que la policía estaba violando una propiedad privada.

El vehículo del piloto fantasma de Fórmula 1

El vehículo de competición, diseñado originalmente para pruebas de la antigua categoría GP2, carece de autorización para circular en vías públicas. Las autoridades señalaron que la conducción del coche generó situaciones de riesgo tanto para el propio piloto como para conductores y peatones. Tras su detención, el hombre quedó a disposición de la justicia y enfrenta ahora cargas administrativas que incluyen la posible revocación de su licencia de conducir y el pago de multas que pueden alcanzar varios miles de euros. Además, las autoridades estudian si existe base legal para atribuirle responsabilidad penal por poner en peligro la seguridad vial.

Presentación del nuevo coche de Ferrari, SF-14 (Ferrari)

Por el momento, la policía mantiene el coche confiscado mientras avanza el procedimiento administrativo y se determina la sanción definitiva al detenido. El caso ha generado debate sobre la seguridad en carretera, la influencia de las plataformas digitales en la replicación de conductas de riesgo, y el uso público de vehículos de altas prestaciones. El desenlace del proceso podría sentar un precedente sobre el control y la sanción a conductores que, motivados por el impacto en redes sociales, quebrantan las normas de tráfico con vehículos de competición en entornos urbanos.