El esfuerzo económico de jugar Queen’s y Wimbledon: “Pierdo dinero si juego en Reino Unido”

El régimen fiscal de Reino Unido, que no solo grava los ingresos obtenidos por premios en torneos locales, sino que también se aplica a un porcentaje de las ganancias generadas por patrocinadores internacionales

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Rafa Nadal en el torneo
Rafa Nadal en el torneo de Wimbledon (EFE/EPA/ANDY RAIN)

Rafa Nadal, uno de los tenistas más destacados de la historia, sorprendió en 2011 al tomar una decisión que generó debate en el circuito profesional: abandonar su participación en el torneo de Queen’s, tradicionalmente utilizado como preparación para Wimbledon, y optar en su lugar por jugar en Halle, Alemania. Lo que en un principio parecía una decisión basada en preferencias deportivas, fue explicado por el propio Nadal en términos económicos: “Pierdo dinero si juego en Reino Unido”.

El trasfondo de esta afirmación radica en el peculiar régimen fiscal de Reino Unido, que no solo grava los ingresos obtenidos por premios en torneos locales, sino que también se aplica a un porcentaje de las ganancias generadas por patrocinadores internacionales. Esto significa que deportistas no residentes, como Nadal, están obligados a tributar no solo por lo que ganan en competiciones británicas, sino también por una proporción de sus contratos globales de patrocinio, calculada en función del tiempo que pasan en el país.

En 2011, el tenista balear describió el desafío de competir en Reino Unido: “Hacienda toma dinero de mis patrocinadores, de marcas como Babolat, Nike y mis relojes Richard Mille. Si juego en Reino Unido, pierdo dinero. Lo hice muchas veces en el pasado, pero con el tiempo se vuelve más complicado”. Esta situación se torna especialmente crítica para atletas de élite, cuyos ingresos dependen en gran parte de contratos con múltiples auspiciadores.

Antes de 2012, el sistema fiscal británico era aún más rígido, ya que obligaba a los deportistas a tributar por todos los días que estuvieran presentes en el país, independientemente de si desempeñaban actividades relacionadas con su deporte o no. Aunque algunas modificaciones posteriores suavizaron las restricciones, Reino Unido no otorga exenciones fiscales para eventos deportivos clave como Wimbledon, lo que sigue desestimulando la participación regular de figuras estelares del tenis.

El extenista español Rafa Nadal
El extenista español Rafa Nadal tras ganar en Wimbledon (Reuters/Paul Childs)

No solo los tenistas han sentido el impacto de estas reglas. En 2010, el velocista jamaicano Usain Bolt rechazó competir en Londres debido al coste financiero que esto le generaría. Sin embargo, el gobierno británico introdujo medidas excepcionales para algunas situaciones. Durante los Juegos Olímpicos de Londres 2012, todos los atletas, entrenadores, periodistas y representantes de organismos deportivos internacionales estuvieron exentos de pagar impuestos. Diferente fue el caso de otros eventos icónicos, como la final de la Champions League 2022, donde pese a concederse una exención fiscal, esta lógica no se traslada regularmente al mundo del tenis.

El coste económico de ganar Roland Garros

Carlos Alcaraz logró conquistar Roland Garros 2025, consolidándose nuevamente como campeón del prestigioso torneo parisino. Este triunfo marcó su segunda corona en París, confirmando su dominio en la tierra batida frente a una competencia de alto nivel. El premio económico que obtuvo por su victoria ascendió a 2.550.000 euros, una cantidad significativa que también representó un impacto fiscal importante debido a las obligaciones tributarias que enfrenta como residente en España.

El número uno del mundo en tenis, Carlos Alcaraz, tiene tres hermanos. Dos de ellos están también metidos en el mundo del tenis

Como estipula la normativa fiscal española, el murciano tuvo que declarar el importe íntegro de su premio en el impuesto sobre la renta de las personas físicas (IRPF). Esto implicó un pago estimado de 1.181.936 euros a Hacienda, lo que significa que cerca de la mitad de sus ganancias quedaron gravadas por el sistema tributario. A pesar de estas deducciones, el tenista continúa consolidando su lugar como uno de los grandes referentes del circuito mundial, demostrando tanto su fortaleza en la pista como su capacidad para manejar las complejidades que implica ser una figura de élite en el mundo del deporte. El título en Roland Garros 2025 no solo reafirmó su posición, sino que también reforzó su imagen como un jugador destinado a dejar una marca histórica en el tenis.