Carlitos vuelve a rugir. El tenista español volvía a sonreír tras meses en entredicho y torneos en los que el sentir era que 2025 no iba a ser su año. La tierra llegó en el momento perfecto para Alcaraz y Montecarlo le elevó su confianza y su juego, con ajustes todavía por pulir. Lorenzo Musetti era el último rival que le separaba del segundo título del año. Tras un tropiezo en el primer set, el murciano ha conseguido reconectarse al partido y desplegar todo su potencial para imponerse al italiano por 1-2 y levantar el título de Montecarlo.
Desde el inicio de la temporada, los resultados de Carlos Alcaraz no han estado a la altura de las expectativas. Ni las modificaciones realizadas en su raqueta, con un leve incremento de peso, ni los ajustes en su saque han sido suficientes para que el español consiga más títulos, salvo el obtenido en Rotterdam. Una situación que llegó incluso a generar una oleada de críticas contra el español. El Master 1000 de Montecarlo ha llegado cuando más lo necesitaba. Le ha servido para recuperar sensaciones y para recuperar esa característica sonrisa que hacía tanto que no lucía. Tras superar a todos sus rivales en el torneo, tan solo le quedaba un paso para tocar gloria en Mónaco. Un paso con nombre y apellidos: Lorenzo Musetti.
El español saltaba a la pista con semblante serio, pero con las ideas claras y una estrategia marcada. El italiano comenzaba sirviendo, mientras Carlitos buscaba esas zonas imposibles de alcanzar en la pista y conseguía romperle el servicio nada más comenzar. Un duro golpe que Musetti le devolvería a Alcaraz de forma inmediata para recuperar las tablas. Lejos de reponerse, la rotura caía como un jarro de agua fría para el murciano, cuyo fallo le sacó del partido. A partir de ese momento, una sucesión de errores y de golpes mal ejecutados, llevaron al italiano a llevarse el primer set por 6-3.

Una vez más Alcaraz comenzaba el partido desde la lona, obligado a levantarse para llevarse el título. Y una vez más lo hizo. En el segundo set, Carlitos desplegó todo su potencial para romperle dos veces seguidas el servicio a su oponente para decantar el set. Con 0-5 en el marcador, el sentir sobre la pista era que el murciano había vuelto a conectarse al partido y ya nada podría pararle. Dos juegos más tarde se llevaba el set para igualar el marcador. El primer paso para la remontada y la conquista del título estaba dado.
Un set perfect y el título de Montecarlo
El partido se marchaba al tercer set, donde se decidiría el ganador torneo. Carlitos había conseguido hacerse el dueño y señor de la pista para anular a Musetti y, paso a paso, acercarse a la conquista del título. En el asalto final, Alcaraz fue todo un huracán sobre la pista, un fenómeno meteorológico fuera de lo normal, capaz de arrasar todo a su paso. Con 0-3 en el marcador, el italiano necesitó de asistencia médica para ser tratado en la zona del psoas. Un tiempo que sirvió al de Murcia para recuperar el aliento y seguir golpeando con más fuerza, si es que era posible.
El resto del duelo fue dulce paseo para Alcaraz, quien se impuso en los tres siguientes juegos para llevar cerrar el partido cómodamente y alzarse con el título del Master 1000 de Montecarlo. Una copa más a su palmarés justo a tiempo para elevar la confianza del español justo antes del grueso de la temporada. Alcaraz resurge y coge impulso para lo que está por venir.