
A lo largo de la historia del deporte ha habido muchos casos en los que la normativa ha sido injusta. Hay ejemplos que sirven para marcar un antes y un después en la historia de una disciplina. Sin duda, este es el caso de una jugadora de bádminton profesional.
Kirsty Gilmour es una deportista escocesa que se ha visto gravemente perjudicada por la normativa. Esta dice que si descansas más de dos minutos, eres amonestado con una tarjeta amarilla.
Tras ganar el primer set, pidió al árbitro un descanso. Pese a las reticencias que mostró, terminó concediéndole la pausa. Al regresar a la pista, fue sancionada después de que el árbitro la acusara de haber retrasado de manera intencionada el partido.
Violó la normativa, sin embargo, la indignación de la mujer era total. Al acabar el partido, denunció la situación, exigiendo cambios en el reglamento. Espera que se cambien las reglas debido a que esta no se adapta a las mujeres que tienen el período.
En los últimos años, con el auge de las disciplinas deportivas femeninas, son muchas las deportistas que se enfrentan a las normativas injustas. En la mayoría de los casos, se extrapola el reglamento masculino al femenino, cuando hay en ocasiones en las que hay que tener en cuenta las necesidades fisiológicas.
No es la primera vez que hay problemas porque no se toma en cuenta que una deportista tenga la regla. Si hay una cosa clara es que las normas se deben cumplir, pero también deben adaptarse y, en el caso de que estén mal, cambiarlas.
Kirsty ha concedido una entrevista al medio británico The Telegraph, en la que ha manifestado las necesidades de las atletas como ella. “Hay que colocar a mujeres en posiciones de poder y autoridad en las organizaciones deportivas, además de animar a las jóvenes y a las mujeres a practicar deporte”.
No se trataba de una pillería deportiva, como muchos podían pensar. “¡Habría sangrado en la pista si no me hubieran dejado ir al vestuario!”, dijo con una gran indignación. También demandó que se debería tratar como lo que es: una emergencia médica.
“No hay nadie en el mundo que, teniendo la regla, quiera pararse delante de miles de personas y decirle a alguien con un micrófono que está sangrando”, explicó. En muchas ocasiones, las deportistas son señaladas y puestas en evidencia por algo que, para muchas, es bastante embarazoso.
Código de vestimenta
Por otra parte, muchas deportistas han pedido que no sea obligatorio llevar prendas blancas para prevenir ciertas situaciones incómodas. En disciplinas como el judo o en ciertos uniformes de equipos de fútbol, baloncesto o atletismo, se ven obligadas a ello.
En su reclamación, Gilmour señaló al palco y a los altos cargos donde, parece que no se termina de entender este debate o, al menos, no se pone remedio en el reglamento. Hasta que los deportes no se adapten a las necesidades de las deportistas, la normativa no va a ser inclusiva.