“Una locura, el coche siempre en el taller, 30.000 euros en 4 años”: Flavio Briatore se queja en redes de lo malo que le salió este conocido coche que se compró

El italiano ha realizado un video en el que carga contra la marca tras experimentar múltiples fallos en su vehículo que lo obligaron a realizar visitas frecuentes al taller

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Flavio Briatore (REUTERS/Hamad I Mohammed)
Flavio Briatore (REUTERS/Hamad I Mohammed)

El empresario italiano Flavio Briatore, conocido por su papel como exdirector de equipos de Fórmula 1 y actual consejero ejecutivo del equipo Alpine F1, ha expresado públicamente su descontento con la marca de automóviles Range Rover. Briatore compartió su experiencia negativa a través de un video publicado en su cuenta de Instagram, donde denunció los constantes problemas mecánicos y los elevados costos de mantenimiento que enfrentó con dos vehículos de la marca.

En el video, Briatore explicó que adquirió una Range Rover Sport en 2020 y la utilizó hasta 2024. Durante ese período, afirmó haber gastado más de 30.000 euros en reparaciones, una cifra que respaldó con facturas. Según el empresario, el vehículo presentó múltiples fallos, entre ellos problemas con el filtro antipartículas (FAP) y otros desperfectos que lo obligaron a realizar visitas frecuentes al taller. “Es una locura que un coche tan caro tenga tantos problemas y que no haya un servicio de asistencia adecuado”, señaló en su publicación.

En 2024, Briatore decidió cambiar su vehículo por un modelo más reciente de la misma marca, una Range Rover Sport con apenas 14.000 kilómetros recorridos. Sin embargo, según relató en el video, los problemas comenzaron casi de inmediato. “Solo dos días después de adquirirlo, el coche se detuvo y tuve que llevarlo al taller de Land Rover en Mónaco”, explicó. Allí, los técnicos identificaron un fallo en el transformador, pero le informaron que no tenían la pieza disponible y que esta aún debía ser fabricada por la casa matriz.

Flavio Briatore (REUTERS/Hamad I Mohammed)
Flavio Briatore (REUTERS/Hamad I Mohammed)

El empresario calificó esta situación como “inconcebible”, especialmente considerando el alto coste de los vehículos de la marca. Briatore expresó su frustración por la falta de soluciones rápidas y efectivas, y criticó duramente la gestión de la empresa en cuanto a la disponibilidad de repuestos y la atención al cliente.

Briatore no solo se mostró molesto por los problemas técnicos, sino también por lo que considera una falta de correspondencia entre el precio de los vehículos y la calidad del servicio ofrecido. “Pagas una fortuna por estos coches y luego te encuentras con que no hay asistencia adecuada”, afirmó en su video. Según el empresario, esta experiencia lo ha llevado a cuestionar seriamente la reputación de la marca y su capacidad para cumplir con las expectativas de los clientes.

“No se trata solo de vender coches caros”

Las declaraciones de Briatore han generado un amplio debate en redes sociales, donde otros usuarios también han compartido experiencias similares con vehículos de la misma marca. Aunque Range Rover no ha emitido un comunicado oficial en respuesta a las críticas del empresario, el caso pone de manifiesto la importancia de garantizar un servicio postventa eficiente, especialmente en el segmento de lujo.

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El testimonio de Briatore no solo refleja una experiencia personal, sino que también plantea preguntas más amplias sobre la relación entre los fabricantes de automóviles y sus clientes. El empresario subrayó la necesidad de que las marcas de lujo ofrezcan un servicio acorde con los altos precios de sus productos. “No se trata solo de vender coches caros, sino de garantizar que los clientes reciban el soporte que merecen”, concluyó.

Este caso pone en evidencia los desafíos que enfrentan las marcas de coches de alta gama para mantener la confianza de sus clientes, especialmente en un mercado donde las expectativas son cada vez más altas. La experiencia de Briatore podría servir como un llamado de atención para que las empresas del sector revisen y mejoren sus políticas de atención al cliente y mantenimiento, asegurando que los problemas técnicos no se conviertan en un obstáculo para su reputación.