Aldo Sambrell, el jugador del Rayo que triunfó en el cine por su cara de villano de Westerns

Se convirtió en una estrella de cine de los años 60 y 70 tras colgar las botas después de jugar en México y en España

Guardar
Aldo Sambrell, exfutbolista y actor
Aldo Sambrell, exfutbolista y actor (imagen de YouTube)

A lo largo de la historia, son muchos los futbolistas que han hecho sus cameos en el mundo del cine. Zidane, David Beckham o Iker Casillas son algunos jugadores que eligieron ponerse delante de la cámara y hacer sus pequeños pinitos en un ámbito diferente al que están acostumbrados a ser los protagonistas. Aldo Sambrell, sin embargo, siempre mostró unos dotes especiales para triunfar en la gran pantalla. Su cara, de malo de película, le llevó a rodar cientos de películas de Western. Siempre en el papel de villano. Aunque antes de convertirse en una estrella de cine de los años 60 y 70, lo fue del fútbol, primero en México y después en el Rayo.

Alfredo Sánchez Brell, más conocido como Aldo Sambrell, nació en Madrid en 1931, aunque con doce años viajó a México para ver a su padre, que tuvo que marcharse a América debido a la Guerra Civil y decidió ampliar su estancia en dicho país. Fue en la Puebla, donde residían, donde una profesora de Arte Dramático le dijo que tenía cara de malo de película. Por entonces, Aldo comenzaba a desarrollar sus dotes artísticas cantando rancheras bajo el seudónimo de Alfredo de la Ronda y sus habilidades en el fútbol jugando como defensa. Poco a poco comenzó a destacar en esta, lo que le llevó a jugar en el Monterrey y el Puebla, donde se le conocía como “Madrileño Sánchez”.

En su regreso a España, llegó incluso a sonar como posible fichaje del Real Madrid, aunque finalmente se unió al Alcoyano antes de aterrizar en el Rayo Vallecano, donde disputó únicamente dos partidos en Segunda División, enfrentándose al Recreativo de Huelva y al Real Murcia. En ese equipo compartió vestuario con figuras como Pechuga San Román, Yanko Daucik y Peñalva.

Tras colgar las botas, su vida dio un giro definitivo hacia el cine gracias al director Rafael Romero Marchent, quien buscaba un actor secundario que supiera montar a caballo. Aunque Sambrell aseguró tener esa habilidad, tuvo que aprender rápidamente para obtener el papel. Este fue el inicio de una prolífica carrera cinematográfica que lo llevó a participar en más de 300 películas, consolidándose como un rostro habitual en los westerns.

Aldo Sambrell, exfutbolista y actor
Aldo Sambrell, exfutbolista y actor (imagen de YouTube)

Una carrera marcada por los westerns

El debut de Sambrell en el cine se produjo con la película Rey de reyes, donde apareció como figurante. Fue Atraco a las tres en 1962, su primera gran película. Sin embargo, su gran reconocimiento llegó al trabajar en producciones emblemáticas del género western, como Por un puñado de dólares (1964), La muerte tenía un precio (1965) y El bueno, el feo y el malo (1966). Su relación con el reconocido director Sergio Leone fue clave en su carrera, al punto de que Leone llegó a ser el padrino de su hijo.

Aldo Sambrell llegó a participar en más de 300 películas a lo largo de su carrera, consolidándose como un actor versátil y recurrente en el cine europeo. Además de su trabajo en los westerns, Sambrell exploró otros géneros y colaboró con diversos directores. Su capacidad para interpretar personajes secundarios con gran presencia en pantalla lo convirtió en una figura indispensable del cine de la época.

El legado de Aldo Sambrell

Aldo Sambrell falleció en Alicante en 2010, dejando un legado tanto en el fútbol como en el cine. Aunque su paso por el deporte fue breve, su contribución al séptimo arte lo inmortalizó como uno de los grandes villanos del cine western. La vida de Sambrell es un testimonio de versatilidad y perseverancia, desde los campos de fútbol en México y España hasta los sets de rodaje en Europa. Su transformación de deportista a actor es una de las historias más singulares del cine español, y su nombre sigue siendo recordado como una leyenda del género western.