El nombre de Mario Gila resonó inesperadamente en el ámbito futbolístico cuando el seleccionador español, Luis de la Fuente, lo incluyó en la convocatoria de la selección como medida preventiva ante los problemas físicos de Cubarsí. El joven defensa central, actualmente en las filas del Lazio, fue llamado para cubrir la posible baja del jugador del FC Barcelona, quien presentó molestias en el tobillo derecho. Este movimiento puso en el foco a un futbolista que, aunque desconocido para muchos, ha tenido un ascenso notable desde las categorías inferiores hasta el fútbol profesional.
Nacido el 29 de agosto de 2004 en Santa Perpètua de Mogoda, Cataluña, Mario Gila comenzó su relación con el fútbol como un pasatiempo. El joven inició su trayectoria en equipos locales como el Santa Perpètua, el Mollet y el Sabadell, donde jugaba principalmente para disfrutar con sus amigos. Sin embargo, su talento no pasó desapercibido, y fue fichado por el CF Damm, un club conocido por su trabajo en el desarrollo de jóvenes promesas. Su desempeño en EL Damm lo llevó a unirse al Espanyol en 2017, tras una destacada temporada. Su llegada al club catalán estuvo marcada por un episodio particular: durante la final de la Copa Catalunya, Gila falló un penalti en la tanda decisiva contra el equipo perico. A pesar de este incidente, el Espanyol apostó por él, y su crecimiento continuó hasta que en 2018 fue fichado por el Real Madrid.
Cuatro años en La Fábrica y el salto al fútbol italiano
En el Real Madrid, Mario Gila pasó cuatro años que resultaron fundamentales para su formación como jugador. En su primera temporada (2018-2019) formó parte del equipo juvenil, donde destacó en competiciones como la UEFA Youth League. Posteriormente, ascendió al filial, el Real Madrid Castilla, donde jugó durante tres temporadas y comenzó a llamar la atención de los técnicos de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF). Fue en este periodo cuando Luis de la Fuente, entonces entrenador de categorías inferiores de la selección española, le dio la oportunidad de debutar con la sub-21. Este debut se produjo el 22 de septiembre de 2022 en un partido contra Inglaterra, consolidando su posición como un jugador a seguir.
En el verano de 2022, Mario Gila tomó una decisión clave para su carrera: dejar el Real Madrid y fichar por el Lazio de Italia. El club romano pagó seis millones de euros por su traspaso, una operación que incluyó una cláusula que otorga al Real Madrid el 50% de los derechos de una futura venta, además de opciones para facilitar un posible regreso del jugador al club blanco.
En el Lazio, Gila ha tenido la oportunidad de trabajar bajo la dirección de entrenadores como Maurizio Sarri y, más recientemente, Marco Baroni. Además, ha compartido vestuario con jugadores como Patric y Pedro Rodríguez, quienes han contribuido a su adaptación al fútbol italiano. Su velocidad y capacidad defensiva han sido aspectos destacados de su juego, características que lo han llevado a ser considerado por la selección nacional.
Una oportunidad inesperada con La Roja
La convocatoria de Mario Gila a la selección absoluta de España ha sido una sorpresa para muchos, pero también un reconocimiento a su progresión como futbolista. Su inclusión en la lista de Luis de la Fuente responde a la necesidad de contar con un reemplazo en caso de que Cubarsí no pueda participar debido a su lesión. Aunque Gila aún no es un nombre ampliamente conocido, su trayectoria demuestra que ha trabajado arduamente para llegar a este punto.
El joven defensa central, que comenzó jugando al fútbol como un simple pasatiempo, ahora tiene la oportunidad de representar a su país en el más alto nivel. Su historia es un recordatorio del talento que emerge de las canteras españolas y de cómo el esfuerzo y la dedicación pueden abrir puertas inesperadas en el mundo del deporte profesional.
