Una controversia de gran magnitud se desató en el ámbito del fútbol sudamericano después de que Alejandro Domínguez, presidente de la Confederación Sudamericana de Fútbol (CONMEBOL), realizara una declaración que fue calificada como racista. Durante el sorteo de grupos de la Copa Libertadores, celebrado el lunes. El dirigente paraguayo ofreció disculpas públicas al día siguiente, argumentando que su intención no era ofender.
La frase, que hacía referencia a la importancia de los equipos brasileños en la competición, fue interpretada como una falta de sensibilidad en un contexto donde el racismo en el fútbol sudamericano ha sido un tema recurrente. En las últimas semanas, jugadores del club brasileño Palmeiras fueron víctimas de insultos racistas, incluyendo gritos que los comparaban con simios, durante un partido en Paraguay. Este incidente había llevado a la presidenta del club, Leila Pereira, a criticar duramente la falta de acción de la CONMEBOL frente a este tipo de comportamientos.
La frase ha despertado todo es revuelo, es: “Una Copa Libertadores sin Brasil es como Tarzán sin Chita”. La declaración de Domínguez, realizada en un evento oficial de la CONMEBOL, provocó una ola de críticas en Brasil, donde se percibió como una minimización del problema del racismo en el fútbol. Pereira calificó las palabras del presidente como “desastrosas” y expresó su indignación ante la falta de sensibilidad, especialmente después de los recientes ataques racistas sufridos por los jugadores de su equipo. “No es posible que, tras un caso de racismo contra los jugadores de Palmeiras en Paraguay, el presidente de la CONMEBOL haga una comparación tan abominable”, declaró Pereira.

En respuesta a la polémica, Domínguez utilizó la red social X (anteriormente conocida como Twitter) para emitir un comunicado en el que ofreció disculpas. “La frase que utilicé es una expresión popular y nunca tuve la intención de menospreciar a nadie”, escribió el dirigente. Además, aseguró que siempre ha promovido valores como el respeto y la inclusión tanto en el fútbol como en la sociedad, principios que, según él, son fundamentales para la CONMEBOL.
El racismo en el fútbol sudamericano
El incidente ocurre en un momento en el que el racismo en el fútbol sudamericano está bajo un escrutinio cada vez mayor. Los clubes brasileños han sido especialmente vocales en denunciar la falta de medidas contundentes por parte de la CONMEBOL para combatir este problema. Los gritos racistas dirigidos a los jugadores de Palmeiras en Paraguay son solo uno de los ejemplos recientes que han generado indignación en el país.
La presidenta del club paulista había sugerido incluso la posibilidad de retirar a su equipo de la Copa Libertadores como forma de protesta ante lo que calificó como “laxitud” de la CONMEBOL frente a estos actos discriminatorios. Este contexto hizo que las palabras de Domínguez fueran vistas como una muestra de insensibilidad hacia un problema que afecta profundamente a los jugadores y clubes brasileños.
La controversia ha puesto en el centro del debate la postura de la CONMEBOL frente al racismo y su capacidad para abordar este problema de manera efectiva. Las disculpas de Domínguez, aunque necesarias, no han sido suficientes para calmar las críticas, especialmente en Brasil, donde el fútbol es una parte fundamental de la identidad nacional. Las declaraciones del presidente han sido interpretadas como un reflejo de la desconexión entre la dirigencia del fútbol sudamericano y las realidades que enfrentan los jugadores en el campo.