El 19 de abril de 2023, Joaquín Sánchez, eterno capital del Betis, anunciaba su retirada del fútbol al final de esa temporada. Su debut data del año 2000 y desde entonces su carrera no hizo más que despegar de la mano del Valencia, Málaga y Fiorentina, además de su amado equipo verdiblanco. Ahora que ha colgado las botas, el gaditano ha sabido reinventarse y no solo ha mostrado sus dotes en los despachos sino en otros ámbitos extradeportivos.
El exfutbolista, conocido por su carisma y talento en el terreno de juego, ha dado un paso más en su carrera tras colgar las botas. El portuense no solo estrenó un nuevo programa en el horario de máxima audiencia de Antena 3, sino que también continúa desempeñando un papel clave en el Real Betis Balompié, donde ejerce como representante y colabora en la dirección deportiva. Además, ha incrementado su participación accionarial en el club, consolidándose como una figura influyente tanto dentro como fuera del ámbito deportivo.
Joaquín ha reforzado su vínculo con el Real Betis al aumentar su participación accionarial tras la última ampliación de capital del club. Con un 3,32% de las acciones, se ha convertido en el quinto mayor accionista de la entidad heliopolitana. Aunque en el pasado ha expresado su entusiasmo por la posibilidad de presidir el club, por ahora utiliza su influencia para respaldar al actual consejo de administración, liderado por Ángel Haro y José Miguel López Catalán, con quienes mantiene una relación cercana.
La implicación de Joaquín en el Betis no se limita a su rol como accionista. Su participación en la dirección deportiva y en la representación institucional del club demuestra su compromiso con la entidad que marcó gran parte de su carrera profesional. Este papel le permite seguir vinculado al fútbol desde una perspectiva diferente, aportando su experiencia y conocimiento al desarrollo del equipo.
Un legado que trasciende el fútbol
Tras seis temporadas en el primer equipo del Betis hasta 2006, emprendió una prolongada carrera lejos de Sevilla. Pasó cinco años en Mestalla, hasta 2011; luego dos años en la Costa del Sol, hasta 2013; y después otros dos en Italia. En el verano de 2015, con el Betis recién ascendido a Primera, luchó intensamente por cumplir su anhelo de regresar al club y cerrar su trayectoria como jugador en el equipo verdiblanco.
Lo que nadie había previsto en ese momento, ni siquiera él mismo, es que esa etapa final como futbolista se alargaría a ocho años. Durante este tiempo, ayudó al equipo a clasificarse tres veces para competiciones europeas, defendió los colores del club en estadios históricos como San Siro, el Olímpico de Roma y Old Trafford, y logró alzar un título, el primero como capitán, en abril del año pasado en el Estadio de La Cartuja.
Con su participación activa en el Real Betis, su creciente presencia en los medios y su carisma, Joaquín continúa demostrando que su estrella no se apaga tras abandonar el césped. Su historia es un recordatorio de que el talento y la dedicación pueden abrir puertas en cualquier ámbito, consolidándolo como una figura multifacética que sigue marcando la diferencia.
