De los dardos a la freidora, el excampeón mundial que planea retirarse con un restaurante de patatas fritas: “La jubilación podría ser más pronto que tarde”

A pesar de seguir activo en el circuito profesional, Price ha dejado entrever que su futuro podría estar lejos de los dardos

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Unos 1.500 jugadores participaron en
Unos 1.500 jugadores participaron en el Campeonato Nacional de Dardos electrónicos en Cáceres. (EuropaPress)

No todos los deportistas de élite tienen la vida solucionada. Más allá del fútbol o el baloncesto, hay otros deportes que no mueven las mismas cantidades de dinero, por lo que sus profesionales se ven obligados a buscar un plan B. Este es el caso del mundo de los dardos, un deporte especialmente arraigado en el Reino Unido e Irlanda.

Aunque los mejores jugadores pueden ganar premios importantes en los torneos más prestigiosos, la estabilidad económica no está garantizada. Muchos deben complementar sus ingresos con patrocinios o incluso empleos paralelos. Es el caso de Gerwyn Price, excampeón mundial, que tras años en la cima de su disciplina, ha decidido apoyar su futuro en algo muy distinto: un restaurante de pescado y patatas fritas.

Según informa el medio británico Express, el excampeón mundial no solo es conocido por sus celebraciones enérgicas en los torneos y su habilidad en el tablero, sino también por ser el propietario de un peculiar negocio en su ciudad natal, Markham, ubicada a poco más de 30 kilómetros al norte de Cardiff, capital de Gales.

‘Chippy 501′

El local, bautizado como “Chippy 501”, abrió sus puertas el año pasado y lleva en su nombre una clara referencia al deporte que le dio fama, aludiendo a la puntuación inicial de una partida de dardos en la modalidad que participa Gerwyn Price (501). Además, el diseño del logotipo fusiona ambos mundos, los dardos y los fritos, con un pez decorado con plumas de dardos y un blanco de tiro.

'Chippy 501', el restaurante del
'Chippy 501', el restaurante del excampeón mundial de dardos Gerwyn Price. (Facebook)

Este proyecto pretendía ser un homenaje a su trayectoria en los dardos, que parecía estar llegando a su fin. Sin embargo, desde que abrió el negocio, Price ha experimentado un repunte en su rendimiento deportivo. A sus 39 años, el jugador ha logrado alcanzar los cuartos de final del Campeonato Mundial de Dardos, lo que le ha permitido mantener su participación en la Premier League de Dardos.

Una jubilación entre fogones

A pesar de seguir activo en el circuito profesional, Price ha dejado entrever que su futuro podría estar lejos de los dardos. En más de una ocasión ha señalado que, si su desempeño deportivo disminuyera, estaría preparado para poner fin a su carrera y centrarse en el restaurante, que se convertiría entonces en su principal fuente de ingresos. Para él, Chippy 501 es más que un negocio; es un plan a largo plazo que le permitiría retirarse con una actividad estable y, además, arraigada en su comunidad.

El caso de Price es un ejemplo de cómo los deportistas pueden reinventarse más allá de la competición. Su incursión en la gastronomía refleja una visión pragmática del futuro y demuestra que el éxito no solo se mide en trofeos, sino también en la capacidad de adaptarse y emprender nuevos desafíos.

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Este no es el primer intento de Price de abrir un negocio en hostelería. Anteriormente, fue propietario de una cafetería también ubicada en su ciudad natal, pero debido a complicaciones económicas derivadas de la pandemia de Covid-19, se vio obligado a cerrar el local. No obstante, viendo el rendimiento de Chippy 501, ahora el excampeón es más optimista que nunca: “Ahora que chippy funciona, nunca se sabe, la jubilación podría ser más pronto que tarde”.