Hace unos meses, David Coote, árbitro de la Premier, se situó en el centro de la polémica tras protagonizar un polémico video. En la reproducción se podía ver a Coote insultar a Jürgen Klopp y llamarle “alemán de mierda” y “arrogante”. Tras ello, se difundieron vídeos en redes sociales donde aparecían esnifando un polvo blanco en el marco de la Eurocopa 2024, donde España se alzó con el título, la cuarta de su historia. Unos hechos por lo que ha sido investigado por el comité de árbitros. Ahora, ha decidido romper su silencio y hablar sobre lo ocurrido en una entrevista donde también ha revelado que es gay.
En una entrevista con The Sun, Coote ha afirmado: “Cuando era un árbitro joven, escondí mis emociones y también escondí mi sexualidad. Y eso me ha llevado a toda una serie de comportamientos”. Además, continuó relatando las dificultades que le ha supuesto ocultar su sexualidad: “Mi sexualidad no es la única razón que me llevó a estar en esa posición, pero no estoy contando una historia auténtica si no digo que soy gay y que he tenido verdaderas dificultades para ocultarlo”. Fue durante la adolescencia cuando peor lo pasó por su sexualidad: “Sentí un profundo sentimiento de vergüenza, especialmente durante mi adolescencia. No se lo dije a mis padres hasta que tuve 21 años. No se lo dije a mis amigos hasta que tuve 25 años”.
Tan solo un día después de ser el asistente del VAR durante el partido de cuartos de final entre Francia y Portugal, fue cazado consumiendo droga en un hotel de Alemania. En este sentido, el árbitro afirmó que se sentía avergonzado: “No me reconozco en el vídeo de la cocaína. No puedo identificarme con lo que sentí en ese momento, pero así era yo. Estaba luchando contra el horario y no había oportunidad de parar. Y entonces me encontré en esa posición: escapando”.
El colegiado no solo habló sobre el video, sino también sobre las causas que le hicieron empezar a consumir drogas. “He recibido abusos profundamente desagradables durante mi carrera como árbitro y añadirle mi sexualidad habría sido realmente difícil”, relató. Y añadió: “No es algo de lo que dependiera día a día, semana a semana, mes a mes… pero era una de las vías de escape que tenía. Simplemente, me permitía escapar del estrés, del trabajo. Me llena de una enorme vergüenza decir que tomé esa vía”.
La carga de partidos fue otro de los factores que aumentó su estrés y sus problemas: “Después de la COVID y la introducción del VAR, de repente necesitaron seis árbitros para cada partido. La FIFA me seleccionó para el Mundial Sub-17 en Indonesia, así como para la Eurocopa y los Juegos Olímpicos del año pasado. Eso significó que a lo largo de la temporada 2023-24 participé en más de 90 partidos, a menudo consecutivos. Al final de la temporada pasada, participé directamente en la Eurocopa y eso me generó una presión increíble. Tenía otro torneo por delante inmediatamente: viajaría a París para los Juegos Olímpicos”.
Los insultos a Klopp
En el video, Coote afirma: “Es un gilipollas, un absoluto gilipollas. Además de lo que me hizo en un partido contra el Burnley durante la pandemia, me acusó de mentir. No tengo interés en hablar con alguien tan jodidamente arrogante. Haré todo lo posible por no hablar con él, alemán, gilipollas, joder”. Ahora, meses después, ha pedido perdón al técnico: “Quiero disculparme con cualquiera que haya ofendido con mis acciones. Reconozco que no estuvieron a la altura de lo que se espera de un árbitro de primer nivel y lamento profundamente haber dicho lo que dije. Soy un ser humano que cometió un error en un momento del que ahora me arrepiento profundamente”.
Durante estos últimos meses en los que su nombre se ha situado en el centro del foco y de la polémica, ha recibido múltiples amenazas: “He recibido mensajes de aficionados furiosos que esperaban que hubiera tenido un accidente cuando volvía a casa después de un partido. No solo querían que muriera, sino que quedara paralizado para que sufriera todos los días del resto de mi vida”. Y concluye: “Otros mensajes decían que ojalá mi madre muriera de SIDA durante la noche. La gente ataca a los árbitros sin rendir cuentas en las redes sociales y en los partidos. No veo cómo eso es aceptable. Hay abusos habituales, pero algunos cruzan cualquier línea de aceptabilidad”.