La película de Jodie Foster que se ha convertido en una de las más vistas de Netflix en apenas unos días: “Una trama extremadamente fina”

Junto a Peter Sarsgaard, Sean Bean y Erika Christensen, la actriz dos veces ganadora de un premio Oscar interpreta a una madre que busca a su hija en un avión

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Jodie Foster y Sean Bean
Jodie Foster y Sean Bean en 'Plan de vuelo: Desaparecida'. (Netflix)

En el mundo del cine, está claro que algunas películas envejecen mejor que otras. Algunos efectos especiales o ideas de fondo pueden resultar anticuados si se ven desde el presente, por lo que tal vez títulos como Soldado universal o Pretty Woman no producen precisamente el placer y la diversión que antaño cosecharon.

Sin embargo, si algo nos han demostrado las plataformas de streaming es que, con otros títulos, ocurre justamente lo contrario: algunas películas de hace diez, veinte, treinta o cincuenta años pueden seguir siendo una opción más que entretenida para el grueso de los suscriptores, algo que se ha confirmado precisamente con uno de los éxitos más recientes de Netflix: la llegada de la película Plan de vuelo: Desaparecida.

Una niña perdida sin dejar rastro ni explicación

Esta película, protagonizada por la dos veces ganadora de un Oscar, Jodie Foster, y estrenada con un éxito moderado en 2005 (pese a no convencer a la crítica, superó los 223 millones de dólares, frente a un presupuesto de 55 millones), se ha colocado entre lo más visto de la plataforma de la N roja en apenas unos días desde su llegada. Un renovado interés que demuestra cómo en ocasiones, un buen guion y varias interpretaciones destacables (lo más aplaudido de la película en su momento) pueden ser más que suficiente para convencer al espectador.

La trama de Plan de vuelo: Desaparecida, también disponible en Disney Plus, acompaña a Kyle Pratt, interpretada por Foster, quien viaja entre Berlín y Nueva York junto a su hija pequeña y el féretro de su esposo. Sin embargo, durante el vuelo, Kyle enfrenta una situación desesperante cuando su hija desaparece sin dejar rastro. Ni miembros de la tripulación ni pasajeros recuerdan haber visto a la niña y no existe ningún registro de su embarque.

A medida que avanza la historia, hilada de una forma “extremadamente fina” según celebran algunos usuarios en webs como Imdb, el entorno del avión, un espacio cerrado y, para la protagonista, familiar porque participó en su diseño, se transforma en un escenario donde la lógica se ve constantemente desafiada y la paranoia se incrementa, forzando a Kyle a luchar no solo contra la incertidumbre, sino también contra el descrédito y las dudas sembradas sobre su propia cordura.

Jodie Foster y Marlene Lawston
Jodie Foster y Marlene Lawston en 'Plan de vuelo: Desaparecida'. (Netflix)

Un avión ‘real’

La película fue dirigida por Robert Schwentke (director de películas como Red) y su producción destacó por recrear una réplica a escala real de un Airbus A380 pensando en reforzar la ambientación y la sensación de encierro en cabina. El guion, firmado por Billy Ray y Peter A. Dowling, y la banda sonora de James Horner acompañan la construcción de un ambiente inquietante que potencia la angustia de la narración. El resultado: una cinta de 98 minutos de duración que sabe sostener la tensión en el espectador sin tregua alguna, apoyándose también en la fotografía que enfatiza el aislamiento de la protagonista a más de 9.000 metros de altura.

El reparto brinda solidez a la historia, con nombres como Peter Sarsgaard, Sean Bean, Erika Christensen y Marlene Lawston. Todos son sospechosos y, al mismo tiempo, vierten sospechas sobre el personaje interpretado por Jodie Foster, participando en la alternancia de momentos de intriga y de drama.