
Delia del Campo es una mujer cántabra de la localidad de Guarnizo que está a punto de cumplir 94 años y que acaba de debutar con su primera exposición de arte. Su talento, desarrollado a una edad adulta tardía, y su éxito artístico han sido un ejemplo para aquellas personas que tienen miedo de lanzarse hacia nuevas actividades, como la música, la actuación o, en su caso, la pintura.
A través de los ojos de Delia, la exposición de la mujer nonagenaria, se despliega en una galería con 70 cuadros que ha pintado la artista desde que comenzó su andadura por la pintura en 1989, hace más de 30 años. La visita para ver sus obras comenzó el pasado 15 de abril y se mantendrá abierta hasta el 25 del mismo mes, y siempre de manera gratuita, en la Sala Bretón de Astillero, su municipio natal.
También puedes seguirnos en nuestro canal de WhatsApp y en Facebook
Según han anunciado en la web del ayuntamiento, esta iniciativa ha surgido después de que Delia recibiese un homenaje en el Paseo de la Fama de Guarnizo, “un reconocimiento otorgado por votación popular de los vecinos del municipio”, anuncian. Gracias a esta oportunidad, la artista podrá reflejar “su forma de ver el mundo” y “su dedicación a la creatividad” con cuadros que “abarca una gran variedad de temáticas, desde paisajes hasta retratos familiares y composiciones florales”.
“Me hace ilusión verlo y que la gente también lo haga”

Tal y como ha explicado la artista en una entrevista con EFE, Delia no cuenta con una formación académica en esta disciplina, pero tampoco lo pretende, pues su único placer en este ámbito es el de crear obras para llenar de cuadros su casa y las de sus familiares. Normalmente, estos lienzos se inspiran en aquellas cosas que apasionan a la de Guarnizo, como los paisajes tranquilos, las flores llenas de color y figuras de espaldas. El motivo de ello, según ha reconocido, es que “las caras no se me dan bien”.
La nonagenaria ha confesado ir a clases con una profesora: “Voy un día a la semana, unas horas, porque ves algo, hablas algo y te orienta algo”. Asimismo, “no es que haga muchos años que pinto, he empezado ya de señora mayor”, ha afirmado, animando a otros a seguir el camino que deseen sin miedo. Y es que, a pesar de que muchos puedan dudar de sus capacidades, las de Delia han acabado demostrando su gran talento: la luz, las sombras y los colores suscitan casi capturas fotográficas, en lugar de pinturas.
Este efecto se debe en parte a la inspiración que ha tenido de algunas imágenes, que acompañan a la obra de la autora en la exposición y en la que se puede comprobar difícilmente las diferencias. Y es que la autora ha comentado que siempre trata de incluir un toque especial de las experiencias que ha vivido y busca añadir “de todo un poco” en sus creaciones.
La mujer ha declarado sentirse “un poco orgullosa”. “Me hace ilusión verlo y que la gente también lo haga y me lo comente”, ha confesado. Delia ha asegurado que continuará pintando “mientras pueda” y espera poder repetir de nuevo esta experiencia.