El actor Luis Zahera acaba de estrenar nueva película en la que tiene un papel protagonista, después de convertirse en uno de los secundarios más solicitados del cine español. Se llama Tierra de nadie, está dirigida por Albert Pintó (director de Nowhere), escrita por Fernando Navarro y se trata de un thriller policial basado en hechos reales.
Por esa razón, el actor, ganador de dos Goyas por El reino y As Bestas, se encuentra estas semanas haciendo promoción de la película, y lo hemos podido ver en diferentes platós de televisión y programas de radio. Así, el pasado sábado, en en el espacio Col·lapse de TV3 estuvo hablando sobre su carrera, los rodajes y su incapacidad para los acentos, y también dio su opinión en torno a la industria audiovisual presente presente y pasada.
Y es que el actor gallego de 58 años, comenzó su carrera en los años ochenta, aunque tardaría bastante tiempo en encontrar su lugar, precisamente por el marcado acento que tenía de su tierra y que se convertía en un ‘handicap’ para cierto tipo de producciones que pedían un acento neutro.

“Hubo un tiempo en el que no encontraba trabajo por tener un acento gallego muy pronunciado. No tengo oído y me costaba imitar otros acentos”, confesó el actor, que admitió que en los últimos tiempos se ha adelantado mucho a la hora de integrar los acervos lingüísticos de cada parte de España dentro de las producciones sin que eso se convierta en un impedimento, sino al contrario, como forma de riqueza cultural.
La mala relación de Zahera con Arturo Fernández y José Luis Moreno
Zahera siempre se ha caracterizado por decir las cosas claras y, en ese sentido, tuvo palabras para dos iconos de la televisión pretérita con los que trabajó. “Creo que antes había más imbéciles. Que Dios tenga en la gloria a Arturo Fernández, pero era complicado trabajar con él. No es que no fuera profesional, pero sí que generaba una distancia rara, una especie de nube negra. Las maquilladoras no podían ni tocarle, le traían un espejo y él mismo se ponía el maquillaje”, recordaba el actor, que coincidió con Arturo Fernández en la serie Como el perro y el gato (2007).
También tuvo palabras para José Luis Moreno al que calificó como “un pedazo de psicópata”, ya que hacía los rodajes muy complicados, como si se tratara de una especie de dictador. “Somos todos iguales, hacemos la película entre todos, y este tipo de actitudes penalizan gravemente”, concluyó Zahera, dejando claro su posicionamiento respecto al trabajo en equipo y la humildad en la profesión.
Ambos coincidieron en la serie de Antena 3 titulada A tortas con la vida, protagonizada por Blanca Oteiza y Armando del Río y en la que también participaba Juanjo Puigcorbé, José Manuel Cifuentes u Olivia Molina. Estaba producida por la empresa de José Luis Moreno, responsable de éxitos como Aquí no hay quien viva, creada por sus sobrinos, Alberto y Laura Caballero, que han seguido escalando puestos en la industria convirtiéndosela en uno de los tándems más poderosos. Zahera nunca más ha vuelto a trabajar con ellos.