
De Taylor Swift se han escrito muchas cosas, la mayoría de ellas buenas. Al fin y al cabo, no todo el mundo es capaz de provocar terremotos con los saltos de sus fans en un concierto, como ocurrió con la actuación de la cantante estadounidense en la ciudad de Seattle.
Swift ostenta actualmente el caché más elevado del mundo -la actriz llegó a embolsarse hasta 13 millones de euros por cada concierto que dio en Madrid-, por encima de otras grandes estrellas del pop como Rihanna o, décadas atrás, Madonna, la que fue considerada reina de este tipo de música.
Sin embargo, ni este hecho, ni tampoco el aumento del valor del dinero a lo largo de los años, han hecho que Taylor Swift pueda superar las cifras que una cantante nacida en Madrid hace más de 200 años pedía por actuar en los escenarios más lujosos del mundo.

Una chulapa destinada a triunfar
Su nombre era Adela Juana María Patti, aunque también se la conocía como La Diva o La Diva Madrileña. Al fin y al cabo, esta joven de padres italianos nació en 1943 en la calle Fuencarral. Sus padres, que también eran cantantes, se encontraban trabajando en la capital de España durante esos días, e incluso durante un tiempo circuló el rumor que su madre se puso de parto, precisamente, mientras interpretaba una ópera.
Pronto descubierta como una niña prodigio, Adelina Patti se convirtió rápidamente en una de las mayores jóvenes promesas de este género musical. Su primer concierto, de hecho, fue tan solo con ocho años, cuando actuó en la ciudad de Nueva York, a la que se había mudado cuatro años antes.
Convertida muy pronto en un icono de la sociedad, y aupada especialmente por la comunidad italo-neoyorquina, Adelina dio el salto a los teatros del resto del mundo en 1862, cuando en 18 años actuó en Londres, Viena y París. Un año después volvería a Madrid, donde cuentan las crónicas que “vio la alcoba, la cama oscura y tallada donde su madre la dio al mundo” y que, en resumen, “se embriagó de Madrid”, del mismo modo que otros como Benito Pérez Galdós, se embriagaron de ella, como prueban sus columnas escritas en el periódico La Nación: “Está dotada de un órgano desconocido, sobrenatural”.

La voz más cara de la historia costaría hoy 30 millones de dólares
Convertida pronto en la soprano más famosa del mundo, Adelina comenzó a ser considerada también como la mejor de su generación. Hasta finales del siglo XIX, fue la cantante de ópera más codiciada tanto por compositores -Rossini, Gounod y Verdi entre ellos- como por los patrones y mecenas de los principales teatros del planeta. La escucharon Abraham Lincoln, Tolstói, Zola, Oscar Wilde, el zar Alejandro II y hasta el mismísimo príncipe de Gales.
Tan es así, que ya en la última etapa de su carrera, su caché ascendió a unas cifras que no se han vuelto a ver en la historia de la música. Adelina solía cobrar unos 5.000 dólares de la época por cada concierto en Estados Unidos, una cifra que no obstante ascendió a 500.000 por función, a la que si se le aplicaran las inflaciones y deflaciones resultaría en más de 15 millones de dólares.
Sus precios siguieron subiendo, y ya en la década de los 90 se cuenta que comenzó a pedir hasta cerca de un millón de dólares -30 millones a día de hoy- por cada concierto. De hecho, sobre esta cifra se comenta que en algunos medios -Patti llenaba las portadas de los periódicos por aquella época- se la criticó por cobrar más en una sola noche que el presidente de Estados Unidos, en una sola noche. “¡Bien, que cante!“, respondió ella.

La novela que recorrerá la vida de la cantante
El paso de los años y sus elevadas tarifas acabaron provocando que, ya superados los 60 años, sus giras empezaran a no provocar el mismo entusiasmo que antes había cosechado. Su último concierto sería en 1914, cinco años antes de fallecer en su castillo al que décadas antes se había mudado con su amante.
Su historia de amor, así como las distintos hitos biográficos de la cantante, aparecerán en la novela La diva (Plaza & Janés), de Reyes Monforte. Esta novela, disponible en las librerías a partir del próximo 3 de abril, devuelve la vida a una mujer que “se hizo millonaria con su arte, se casó tres veces, no tuvo hijos y buscó la libertad total en una época en la que su sexo no tenía ningún derecho", según explica la editorial en un comunicado.
De este modo, la periodista y escritora, que ya ha logrado vender millones de ejemplares con títulos como Un burka por amor, Una pasión rusa o La condesa maldita volverá ahora con la apasionante historia de una cantante de voz -y tarifa- irrepetible.