El libro que nos acerca a la vida de María Moliner, la mujer que desafió las convenciones de su época para hacer ella sola un diccionario: fue rechazada por la RAE

El escritor Andrés Neuman nos acerca a la figura de esta pionera en ‘Hasta que empieza a brillar’, una novela de estirpe autobiográfica que coincide con la celebración del 125 aniversario de su nacimiento

Guardar
Andrés Neuman y su última
Andrés Neuman y su última novela, 'Hasta que empieza a brillar' (Alfaguara), la vida novelada de María Moliner.

El pasado 25 de febrero comenzaron los actos conmemorativos para celebrar el 125 aniversario del nacimiento de María Moliner, que se extenderán a lo largo de los próximos meses y que están orientados a reivindicar la figura de una mujer adelantada a su tiempo que dedicó parte de su vida a la composición de un diccionario (el Diccionario de uso del español) que se convirtió en una herramienta fundamental para comprender el significado de las palabras y aprender a utilizarlas de forma correcta. Así, su volumen, que alcanzó la celebridad popular, pasó a llamarse ‘el María Moliner’, un diccionario con nombre de mujer a pesar de toda la misoginia que tuvo que aguantar durante la época que le tocó vivir.

Una figura fundamental en la época de la República

A Andrés Neuman (Buenos Aires, 1977) siempre le había fascinado la figura de esta pionera desde que estudió Filología. Primero se enamoró de su diccionario y después se empezó a hacer preguntas: ¿cómo fue capaz de emprender una tarea tan titánica? ¿Cómo pudo enfrentarse a la sociedad de la época? Porque María Moliner fue también, como mandan los cánones del momento, esposa y madre de cuatro hijos, pero además, y eso no era tan común, trabajó como bibliotecaria e incluso inventó un sistema de clasificación que todavía se mantiene.

La escritora y lexicógrafa María
La escritora y lexicógrafa María Moline aparece en su despacho mientras elabora su 'Diccionario de uso del español'.

Durante su etapa de juventud asistió al colegio de la Institución Libre de Enseñanza, donde trabaría amistad con buena parte de la Generación del 27 o intelectuales que harían historia, como el cineasta Luis Buñuel. En la época de la República, mantuvo un papel activo en las Misiones Pedagógicas. La Guerra Civil y la dictadura la apartarían del activismo público, pero no en su ámbito privado, donde siempre se mantuvo fiel a sus ideales.

Hace unos años, Neuman comenzó a investigar de verdad su vida. ¿Por qué no convertir a María Moliner en un personaje de novela? “Me di cuenta de que su vida era muy ‘novelesca’, estaba llena de detalles inauditos, desde su difícil infancia, cuando su padre abandonó a su familia, pasando por la manera en la que se autofinanció los estudios, o cómo se convirtió en una de las primeras mujeres funcionarias españolas. También es paradójico que una persona que trabajó con las palabras toda su vida, finalmente se quedara prácticamente sin ellas a causa del Alzheimer”.

La vida novelada de María Moliner

El resultado de esta admiración de Andrés Neuman por María Moliner ha terminado, en efecto, convirtiéndose en una novela, Hasta que empieza a brillar (Alfaguara), un título que hace referencia a una expresión poética que utilizaba la autora cada vez que daba sentido a una palabra en el seno de su diccionario.

Se trata de una especie de ficción autobiográfica que sigue el itinerario de la autora desde un punto de vista muy personal, adentrándonos en sus inquietudes, en sus frustraciones, en la forma en la que reaccionaba cuando era marginada del entorno intelectual por el hecho de ser mujer, o en cómo podía compaginar su vida personal con la profesional, cuestiones que siguen reverberando en nuestro presente. Al mismo tiempo, el autor traza un recorrido por la historia de nuestro país, comenzando por principios de siglo hasta llegar a finales de los 70.

'Hasta que empieza a brillar',
'Hasta que empieza a brillar', de Andrés Neuman (Alfaguara).

Cuando a su amiga y compañera Carmen Conde, en 1978, le dieron la silla K de la Academia convirtiéndose en la primera mujer dentro de la institución (la candidatura de María Moliner había sido rechazada anteriormente), ella ya se encontraba en una etapa avanzada de su enfermedad. Murió tres años después.

El cuidado y el detalle en cada palabra

Andrés Neuman se puso a leer el diccionario de María Moliner como si se tratase de una novela, desde el principio hasta el final. “Me di cuenta de lo personales que eran las entradas, algunas incluso tenían un contenido autobiográfico que entroncaba con su memoria personal y eso me fascinó, porque hay mucho cuidado y atención en cada vocablo. Hay una especie de empresa poética a la hora de describir cada palabra que existe en el mundo”.

Luis Mateo Díez, premio Cervantes: "Nada me interesa menos que yo mismo".

Hay muchos estudios académicos y biografías de María Moliner, pero, como dice Neuman, también hay muchas zonas vacías. El periodo como bibliotecaria durante la República está bastante investigado, también el proceso de creación del diccionario, pero los primeros años son un poco más misteriosos. “Me apetecía novelar todas esas lagunas porque a donde no lleva la investigación, llega la imaginación”.

María Moliner perteneció a la agrupación a la que se denominaría ‘Las Sinsombrero’ o, lo que es lo mismo, las mujeres de la Generación del 27 que, en su mayoría, fueron omitidas de los manuales o antologías hasta nuestros días en diversos campos, desde la poesía a la pintura, el cine o la filosofía. Entre ellas se encontraba Maruja Mallo, Margarita Manso, Rosa Chacel, María Zambrano, Elena Fortún, la mencionada Carmen Conde o Ángeles Santos. De alguna manera, este libro, también, sirve para rendirles homenaje.