El debate sobre ‘Anora’, la película ganadora del Oscar: entre el retrato y el blanqueamiento del trabajo sexual

La directora y actriz española Leticia Dolera comentó en la mesa del programa ‘El día de después de los Oscars ‘, en Movistar+ que Anora “banaliza el tema de la prostitución”

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Escena final de Anora. (Neon)
Escena final de Anora. (Neon)

Con la resaca de la 97º edición de los premios Oscar celebrados la pasada madrugada del 2 al 3 de marzo también viene el debate. En esta ocasión ha ocurrido con Anora. La película triunfadora de la noche dirigida por Sean Baker y que aspiraba a seis premios, se alzó con cinco estatuillas, tres de las cuales fueron de las más importantes de la noche: Mikey Madison a mejor actriz, Baker a mejor director y finalmente, Anora a mejor película. Nueve meses antes, en mayo pasado, su octavo trabajo como director fue premiado con la Palma de Oro en Cannes, el máximo galardon del festival.

En la película, Madison interpreta a la Anora del título, Ani, una trabajadora sexual de un club de Brighton Beach, en Nueva York. Una noche, es en su lugar de trabajo donde conoce al joven Vanya (Mark Eydelshteyn), el hijo de un oligarca ruso, y a la que paga 15.000 euros para que se su novia durante una semana. Así es como Ani ve su billete de salida a la precariedad, y más tarde se irán a Las Vegas para casarse. En medio de la resaca, llegarán de Rusia los matones de su padre exigiendo el divorcio entre la recién pareja. Esta comedia antiromantica con puntos de humor ácid sigue la estela de las obras precesoras de Baker, tan acostumbrado a tratar la prostitución y los márgenes de la sociedad estadounidense, como hizo previamente con Tangerine (2015), The Florida project (2017) o Red Rocket (2021). Pero, ¿blanquea Baker el trabajo sexual?

La directora y actriz española Leticia Dolera comentó en la mesa del programa El día de después de los Oscars , en Movistar+ el pasado 3 de marzo que Anora banaliza el tema de la prostitución en un tono de comedia que a mí la verdad que me molestó”. La cineasta también señaló que le sorprendió la falta de crítica social en esta película de Baker que “siempre está comprometido” con la prostitución. Además, consideró que la historia estaba “estetizada” y romantizada, mientras en la misma mesa Boris Izaguirre comparaba la cinta con Pretty Woman, cinta que dirigó Garry Marshall en el año 1990 y protagonizada por Julia Roberts y Richard Gere.

Tráiler oficial de 'Anora'.

“Si hemos conseguido generar un pensamiento crítico en torno a que las niñas no quieran ser princesas, sino que también quieran ser las protagonistas de sus historias y conquistar el mundo, ahora vamos a tener que tener cuidado de que las niñas no quieran ser princesas prostitutas de un multimillonario ruso”, continuó la actriz.

En redes sociales, varios usuarios han criticado a Dolera por sus palabras. “Considerar Anora como la Pretty Woman del siglo XXI es como decir que La isla de las tentaciones es un manual para tener relaciones sanas”, comentaba el usuario de X (antes Twitter) Noobviejuno @noobviejuno. Otro comentario apuntó directamente a la comprensión de Dolera sobre la película: “Leticia Dolera demuestra que, o bien no ha visto Anora entera o directamente no ha entendido nada”, añadía el usuario Sergio @SergioYeyo_.

El final, explicado

Atención: spoilers de Anora

Es precisamente en la segunda mitad de la cinta cuando Ani se da cuenta de la irrealidad que ha vivido tras su matrimonio con Vanya después de que sus padres -dos oligarcas con mucho poder- aterricen en la ciudad, donde es constantemente humillada y despreciada por ambos. Pero es en el final de la película cuando el gesto de uno de los matones rusos, Igor (Yura Borisov), el más entrañable de los tres, se convierte en el catalizador del derrumbe emocional de la protagonista.

Antes del final, Anora y e Igor pasan una última noche en la mansión del joven ruso. Mientras él intenta aliviar la tensión con algún que otro gestos de compasión, ella mantiene las distancias.

Igor (Yura Borisov) en Anora.
Igor (Yura Borisov) en Anora.

Esta dinámica deja en evidencia cómo Anora ha normalizado que cada mirada de deseo que recibe la reduzca a un objeto, una percepción arraigada en su trabajo y en la forma en que la han tratado. Su rechazo también es un mecanismo de defensa tras haber idealizado las intenciones de Vanya. Sin embargo, en el último momento, esa barrera empieza a ceder.

Cuando Igor la lleva de vuelta a su casa, baja sus maletas e incluso le devuelve el anillo de boda tras su matrimonio con Vaya como muestra de generosidad, Anora queda en silencio, incapaz de procesar todo lo que ha ocurrido en cuestión de días. Ella le responde masturbándole, porque sigue viendo la interacción como una transacción económica. Pero cuando él intenta besarla, ella se detiene, se quiebra y rompe a llorar.

“Creí que se entendía bien que Anora va sobre alguien que solo ha conocido relaciones afectivas mediante pago y al final se da cuenta que el amor no se puede vender ni comprar, es un sentimiento libre”, escribe Jordi en X (@josocjordi), graduado en Comunicación Audivosial y con un máster en Cine.

En tanto, en TikTok, activistas feministas como Júlia Salander (@salander33), han compartido una opinión muy similar a la de Dolera. “El objetivo que hay detrás de este discurso es incentivar la prostitución poniéndote una chica blanca y preciosa que es profundamente feliz en el mundo de la prostitución. No, esto no es verdad. Yo pensaba que ya lo habíamos superado con Pretty Woman, pero estamos a 2025 y estas pelis siguen ganando premios”, dice, pese a que los comentarios la acusan de no haberse visto o entendido la película.