El colegio de magos más famoso de la ficción tiene nuevo director. John Lithgow será finalmente el actor encargado de dar vida a Albus Dumbledore, el archiconocido mago de la saga Harry Potter. Tras varias semanas especulándose con la posibilidad, ha sido el propio actor quien ha confirmado que ha obtenido el papel en la serie que prepara Max, y que es solo cuestión de tiempo que se ponga la túnica y empuñe la varita. De esta forma, el intérprete relevará Richard Harris y Michael Gambon en un papel que, como él mismo advierte, “va a definir el último capítulo de su vida”. Pero, ¿cómo ha sido hasta entonces la vida de este actor?
Lithgow nació en el seno de una familia de actores en término de la Segunda Guerra Mundial, el 19 de octubre de 1945. Su madre era una actriz ya retirada y su padre un actor y director teatral de origen dominicano, aunque se había establecido desde hace años en Estados Unidos donde llevaba el McCarter Theatre de Princeton, New Jersey. Precisamente por el trabajo de su padre, el joven Lithgow pasaría buena parte de su infancia con el cine y el teatro como gran espejo donde mirarse, así como transitando entre varios lugares de residencia hasta establecerse en Ohio, donde curiosamente tuvo como niñera a la activista y esposa de Martin Luther King, Coretta Scott King.
Al hacerse mayor, Lithgow regresaría a Nueva Jersey para estudiar primero en el instituto de Princeton y posteriormente en Harvard, donde cursó literatura inglesa. Allí volvió a entrar en contacto con el mundo del espectáculo y comenzar su carrera como actor después de graduarse con honores en la prestigiosa universidad y conseguir una beca para la London Academy of Music and Dramatic Art. El primer papel que obtendría sería en 1972 en la película Dealing: Or the Berkeley-to-Boston Forty-Brick Lost-Bag Blues, aunque su gran salto lo daría al conocer a otro de los prodigios del cine de aquella época, Brian De Palma. El director, conocido por películas como Scarface o Los intocables de Elliot Ness, lo contrataría para acompañar a Cliff Robertson en Obsesión, una peculiar revisión de Vértigo de Alfred Hitchcock con la que director y actor iniciarían una fructífera relación.
“Yo era de una generación diferente a la de Cliff Robertson, pero interpretábamos a mejores amigos de más de 25 años. Yo, con 25 años, tenía que interpretar a alguien de 50, y él, con 50, a alguien de 75. Él era muy de cine y yo muy de teatro, así que tuvimos que encontrar un terreno común y fue una experiencia muy extraña, pero teníamos a Brian De Palma de nuestro lado. Estaba superpreparado. Tomó una especie de página del libro de jugadas de Alfred Hitchcock. Todo estaba hecho en su mente y rodar una película era un mal necesario, porque en su mente ya estaba hecho. Los actores sólo tenían que interpretarlo. Pasaba mucho tiempo sentado en la silla del director esperando a que hiciéramos nuestro trabajo”, recordaba Lithgow de su primera experiencia.
Lithgow daría vida a otros dos personajes de lo más icónicos en el cine de Brian de Palma, también antagonistas y en gran medida perturbados, pero sacando de ello algunas de sus mejores interpretaciones, tanto en el asesino de Impacto como el trastornado protagonista de En nombre de Caín. Entre medias, el actor compartió escenario con Meryl Streep en una adaptación del dramaturgo Arthur Miller, participó en el musical de Bob Fosse All That Jazz (Empieza el espectáculo) e incluso puso voz a Yoda en las adaptaciones radiofónicas de El imperio contraataca y El retorno del Jedi, un campo por el que sentía gran pasión y en el que ya había servido como director del departamento de Arte y Literatura de WBAI, la radio de Pacifica en Nueva York.
A lo largo de su carrera, Lithgow ha demostrado no tenerle miedo a nada, e incluso motivarse cuanto más complicado era el papel. Solo así se explica que oscilase entre la futbolista trans de El mundo según Garp, el estricto reverendo de Footloose o al comprensivo Sam Burns de La fuerza del cariño, por la que obtendría su segunda y última nominación al Oscar. El actor comenzaría a trabajar paulatinamente en televisión, donde sí obtendría el éxito que merecía gracias a series como Cosas de marcianos, Dexter o The Crown. Un extraterrestre en la Tierra, un asesino en serie capaz de romper los esquemas de Dexter o el primer ministro británico Winston Churchill han sido los últimos personajes que han marcado su vida en televisión, con mención especial para Jerome Whittaker, el padre de Barney Stinson (Neil Patrick Harris) en la aclamada sitcom Cómo conocí a vuestra madre.
Un yankee en Hogwarts
Además de The Crown, Lithgow ha tenido protagonismo en la gran pantalla recientemente gracias a Cónclave, la película que aspira al Oscar y en la que de nuevo interpreta a un antagonista, el Cardenal Tremblay. En definitiva, media vida dando villanos para acabar convirtiéndose en el profesor más afable y sabio del mundo de los magos, un nuevo reto para el actor, especialmente por las sospechas que levanta al ser un estadounidense dando vida a un mago tradicionalmente inglés. Pero si algo ha demostrado Lithgow es su capacidad para transformarse en casi cualquier personaje, independientemente del sexo, lengua o naturaleza del mismo.
“Fue una sorpresa total para mí. Me acaban de llamar del Festival de Sundance para otra película, y no ha sido una decisión fácil porque me temo que me va a definir para el último capítulo de mi vida. Pero estoy muy emocionado. Algunas personas maravillosas están volviendo a centrar su atención en Harry Potter. Por eso ha sido una decisión tan difícil. Tendré unos 87 años en la fiesta de presentación, pero he dicho que sí”, confesaba tras anunciarse su nombramiento. Hogwarts tiene nuevo Dumbledore, y los fans pueden estar tranquilos: no habría mejor heredero posible para las varitas que dejaron en tan alto lugar Richard Harris y Michael Gambon.
