El papel que Jean-Claude Van Damme rechazó y que podría haber sido uno de los trabajos de su vida: “Fui un idiota”

El actor de películas como ‘Soldado universal’ o ‘Timecop’ tuvo una gran oportunidad que ahora lamenta haber desperdiciado

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Jean-Claude Van Damme
Jean-Claude Van Damme

En 1994, Jean-Claude Van Damme se encontraba en la cima de su carrera. El actor belga, reconocido por sus habilidades en artes marciales y éxitos en el cine de acción, había logrado conquistar la taquilla con películas como Timecop: Policía en el tiempo. Este filme recaudó más de 100 millones de dólares a nivel mundial, posicionándose entre las cintas más exitosas del año. Sin embargo, lo que pudo haber sido un punto de inflexión en su trayectoria terminó convirtiéndose en lo que él mismo define como “el mayor error de su carrera”.

Según detalló en una entrevista con The Guardian, Van Damme rechazó una oferta de Universal Pictures para protagonizar una trilogía basada en Timecop. Esta propuesta le habría reportado 12 millones de dólares por cada película, una suma que, en aquel entonces, consolidaba a las estrellas de Hollywood. Sin embargo, el actor, sintiéndose en pleno apogeo de su popularidad, decidió exigir un aumento de salario, creyendo que podría igualar el caché de figuras como Jim Carrey, quien en ese periodo dominaba la comedia. Este movimiento, que calificó como arrogante, resultó en la cancelación del proyecto.

“Estaba jodido, pero no era por el dinero. La gente del Reino Unido leerá esto y dirá: ‘Menudo puerco’. Perdón por mi expresión. Hacía una película tras otra, y entre película y película hacía promoción. Estaba cansado. Todo lo que tocaba ganaba dinero. A Jim Carrey le pagaban una fortuna, y yo quería jugar con el sistema. Como un idiota, ridículo”, confesó el actor durante la entrevista. Más allá del impacto económico, que ascendía a decenas de millones de dólares, la decisión significó la pérdida de una oportunidad para cimentar su posición en la industria. Mientras que otros íconos del cine de acción de aquel entonces, como Sylvester Stallone, Bruce Willis y Arnold Schwarzenegger, lograron diversificar sus trayectorias y mantenerse vigentes, la carrera de Van Damme enfrentó mayores dificultades para adaptarse a la evolución del mercado cinematográfico.

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Jean-Claude Van Damme en 'Le Jardinier', su última película hasta la fecha

Una estrella a pesar de todo

El género de acción, que dependía en gran medida de la condición física y los talentos marciales de sus protagonistas, empezó a transformarse en la década de los noventa. Los actores que pudieron diversificarse mediante roles más complejos o explorando otros géneros lograron mantenerse relevantes a medida que surgían nuevos intereses en el público. Mientras tanto, figuras como Van Damme y Steven Seagal quedaron mayormente encasilladas en sus papeles icónicos.

A sus 64 años, Jean-Claude Van Damme continúa activo en el cine. Este año estrenó la película Le Jardinier y tiene previstos nuevos proyectos para 2024. Sin embargo, su impacto en la taquilla ya no es el mismo. Mientras otros actores de su generación lograron reinventarse y capturar nuevas audiencias, el belga sigue principalmente enfocado en producciones que apelan a la nostalgia de los amantes del cine de acción. La pelea entre Stallone y Van Damme en la película Los Mercenarios 2 es un claro ejemplo de cómo este último ha sabido mantenerse relevante a través de colaboraciones estratégicas y roles que homenajean su legado. Sin embargo, su capacidad para diversificar su carrera ha sido limitada comparada con la de sus contemporáneos.

El caso de Jean-Claude Van Damme destaca cómo una sola decisión puede alterar drásticamente la trayectoria de una estrella en Hollywood. El actor, quien aún es recordado por éxitos como Kickboxer, Bloodsport y Soldado Universal, ha reflexionado abiertamente sobre sus altos y bajos, marcando una autocritica poco común en la industria. Aunque no alcanzó la durabilidad y versatilidad de otros héroes del género, su influencia en el cine de acción de los ochenta y noventa sigue siendo innegable. Para muchos, Van Damme sigue siendo un símbolo de una era dorada, marcada por su destreza física, coreografías memorables y un carisma que, pese a todo, conserva su lugar especial entre los clásicos del género.

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