En 2021 se publicó Nightbitch en Estados Unidos y rápidamente se convirtió en una novela de culto que aquí edito el sello Blackie Books con el nombre de Canina. Su responsable, Rachel Yoder, plasmó en ella algunas sensaciones que tuvo a la hora de ser madre y renunciar a su carrera profesional durante un tiempo. Y, ese estado de insatisfacción, lo utilizó para componer una sátira repleta de elementos fantásticos en la que una mujer asfixiada por el peso de la maternidad se transforma en perra durante la noche para dar rienda suelta a sus instintos primarios.
Ahora, se estrena en Disney Plus (sin pasar por cines, algo que demuestra la radicalidad de la propuesta) la adaptación de esta insólita novela que ha llevado a cabo Marielle Heller, responsable de películas como ¿Podrás perdonarme algún día? o Un amigo imaginario y que cuenta con una de las grandes interpretaciones femeninas del año, la de Amy Adams, que ha sido nominada a los Globos de Oro y los Independent Spirit Awards.
Cambios hormonales, conciliación y ‘sororidad’ femenina
No era una adaptación fácil de llevar a cabo. El libro de Rachel Yoder resultaba profundamente sensorial a la hora de describir los cambios paulatinos que se van produciendo en el cuerpo de la protagonista, había muchos monólogos internos y, para rematar, también estaba presente el tema de la transformación física de mujer a animal.
En ese sentido Marielle Heller compone un trabajo fiel al espíritu del original literario y le aporta un mayor contexto feminista, en ocasiones demasiado explicito y didáctico, pero necesario a la hora de hablar de temas como cruciales como la conciliación.
La protagonista abandonó su prometedora trayectoria como artista para dedicarse por completo a la crianza, mientras que su marido se va durante toda la semana a trabajar, cayendo sobre ella todo el peso de la casa y perpetuando así los roles hegemónicos masculinos y femeninos en torno a los cuidados.
La mujer como animal mitológico
Canina también se encarga de aportar una dimensión mitológica al género femenino. La protagonista encontrará un libro sobre mujeres que han adoptado atributos animales para entender lo que a ella le está ocurriendo. Pero no solo eso, tanto la novela como la película, se convierten en una alegoría del poder sobrenatural de las mujeres para engendrar vida, con todos los cambios corporales que eso supone y que, al fin y al cabo, podrían ser tratados desde una perspectiva de ‘body horror’.
La película también introduce el concepto de ‘sororidad’ a través de esa manada de perras que acompañarán a la protagonista en sus paseos nocturnos y que se convierten en un trasunto de otras madres de su comunidad que se encuentran en circunstancias similares, pero que no se atreven a exteriorizar sus problemas porque, parece que tengan que cargar con ellos sin quejarse.
Amy Adams se vuelca por completo en este papel kamikaze, demostrando que es capaz de elevarlo de manera subversiva del drama a la comedia más bizarra en ese viaje en busca de su nueva identidad en un acto de reinvención interpretativa espectacular.