Aunque su publicidad se haya basado en los vómitos, los mareos y las salidas de la salas de cine en las que se proyecta, el fenómeno de La sustancia va más allá de los efectos psicodélicos que genera en la audiencia. El boca a oreja, y las magnánimas interpretaciones de Demi Moore y Margaret Qualley, convirtieron a la cinta dirigida y escrita por Coralie Fargeat en uno de los fenómenos cinematográficos del 2024. En España, su pujanza fue casi mayor, convirtiéndose en la gran cinta del pasado otoño en la taquilla local (superó los 500.000 mil espectadores en nuestro país, convirtiéndose así en la película más exitosa de la distribuidora Elastica Films).
Sus gags han acompañado al espectador fuera de la sala, por eso, el largometraje ya es algo más que un fenómeno de taquilla. Para más inri, Demi Moore se alzó con el primer galardón en su carrera por su interpretación de Elizabeth Sparkles en el filme de Fargeat. La estadounidense ganó el Globo de Oro el pasado 5 de enero por un rol que no solo implica su retorno a una industria que la desechó (un paralelismo perfecto con el guion de la cinta), también pone de manifiesto el esfuerzo de llevar a un cabo un papel nada sencillo que incluyó horas y horas de maquillaje.
Las prótesis han sido protagonistas en el relato de Fargeat (que se lo digan al Monstro ElisaSue), pero su aplicación no ha sido nada sencilla. Moore estuvo, de media, entre “seis y nueve horas en la silla” para ir mutando su aspecto como Sparkles, tal y como ella misma contó a Variety. Lo mismo le ocurrió a Margaret Qualley, Sue en la cinta: el constante uso de prótesis acabó destrozándole la cara.
“Me llevó un año recuperarme físicamente de todo aquello. Cuando están filmando mi falda al final o al principio de los créditos, cuando están las palmeras alrededor y graban todas las escenas desde abajo, eso es sólo porque mi cara estaba tan jodida en ese momento que no podían grabarla más”, ha contado la actriz en el pódcast Happy Sad Confused. El pegamento, el quita y pon constante entre escenas y el estrés acabaron afectando la piel de la intérprete.
El empleo de las prótesis no solo “jodió” su cara durante el rodaje de La sustancia, también afectó a las grabaciones de su siguiente película: Kinds of kindness, de Yorgos Lanthimos. “El personaje que tiene acné era mi propio acné por las prótesis”, ha añadido. “Y yo pensé, ‘Oh, esto es realmente perfecto. Estoy interpretando a todos estos personajes diferentes. Para uno de ellos, usaremos todo mi acné protésico’”.
¿Cómo se creó ‘La sustancia’?
En su entrevista con Infobae España, Fargeat contó que se inspiró en el ‘terror’ que le producen los estándares estéticos de la época coyuntural: “Para mí era muy importante escribir un guion original porque necesitamos historias nuevas que nos hablen del mundo en el que vivimos, no una serie de remakes interminables. Lo cierto es que la capacidad que tiene todo el mundo para juzgarte por el físico o la apariencia siempre me ha sorprendido desde que era joven. Cuando cumplí los 40, todas esas cuestiones adquirieron un carácter más fuerte y violento, hasta el punto de pensar que me convertiría en una mujer invisible, que ya no le interesaría a nadie y que no serviría para nada. Todos esos sentimientos los intenté reflejar en la película”.