Dis Berlin, el pintor que abrazó el color y cautivó a Almodóvar: “Vivimos un momento muy flojo donde lo que prima es la cultura en formato de papilla”

La galería Guillermo de Osma vuelve a poner el foco en los lienzos del pintor soriano, un personaje extra en las cintas del director manchego. “Siendo autodidacta, he hecho un esfuerzo por pintar cada vez mejor”, admite

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'Escenario mental II'. 2022. (Galería
'Escenario mental II'. 2022. (Galería Guillermo de Osma)

Dice que, por suerte, en el estudio puede poner la música que quiera sin injerencias externas. Aunque admite escuchar de todo, la década de los 60 es su predilecta. “Siempre estoy buscando cosas nuevas en YouTube”, explica pese a su disonancia con las redes sociales y los portales de internet. Dis Berlin, nombre artístico de Mariano Carrera Blázquez (Ciria, Soria, 1959), inauguró a finales del año previo la quinta exposición de su carrera junto a la Galería Guillermo de Osma.

La primera vez que el espacio cultural ubicado en Madrid presentó los lienzos del soriano fue en el año 1999, una fructífera relación que sigue su curso con Le quedan muchas canciones a mi corazón, una muestra que se puede disfrutar hasta el próximo 31 de enero. “Desde hace un tiempo he dejado de hacer exposiciones temáticas, yo lo que quiero es pasármelo bien trabajando y ahora mismo no tengo tiempo para hacer cuadros de una determinada idea o concepto”, indica el artista en una entrevista con Infobae España. Como autodidacta, y con una extensa trayectoria a sus espaldas, Dis Berlin admite que ha hecho “todo el esfuerzo posible por pintar cada vez mejor”.

'Bodegón japónes'. 2024. (Galería Guillermo
'Bodegón japónes'. 2024. (Galería Guillermo de Osma)

La perfección es un elemento que ha ido acompasando su obra conforme descubría nuevas técnicas y enfoques. “Eso no me importaba tanto en mis inicios, cuando la espontaneidad y la frescura era casi el único argumento”, dice de su otro ‘yo’ pictórico. Madurar, sin embargo, le ha permitido alejarse del ruido y encontrar su auténtica voz artística. “No me arrepiento del eclecticismo de mi pasado, pero ahora estoy encontrando esa veta de inspiración en clave más profunda”, relata para hablar de una “claridad” que no siempre ha atesorado a la hora de abordar un lienzo.

Una paleta de color penetrante, guiños a los iconos fauvistas y el realismo mágico como bandera: éstos son los elementos que se adscriben a un pintor que abrazó la figuración en plena Movida Madrileña y que se erigió como uno de los principales creadores de la sociedad española del momento (y el presente). Dis Berlin es conocido, además, por su prolongación cinéfila, pues algunos de sus lienzos han aparecido en las películas de Pedro Almodóvar. Desde ¡Átame! (1990) a La habitación de al lado (2024), su último estreno galardonado con el León de Oro en el Festival de Venecia, los lienzos del soriano ya forman parte del imaginario colectivo del cineasta.

Preguntado por si es su mayor cliente, responde: “A lo mejor no, pero sí tiene mucha obra mía que va más allá de los cuadros y que incluye fotomontajes, collages, esculturas o fotografía”. Sus lienzos emanan quietud y silencio, un contrapunto a la confusión y vacuidad que percibe en la coyuntura actual. También suelen acompañar a las realidades creativas que Almodóvar construye en sus puzles visuales. “Él le da mucha importancia a todo lo que aparece en la gran pantalla“, dice. Sus interiores oníricos resuenan con la estética almodovariana, que también adopta el color como una seña de identidad.

'Familia'. 2024. (Galería Guillermo de
'Familia'. 2024. (Galería Guillermo de Osma)

“Lo ‘woke’ se ha impuesto como único discurso”

Una de las claves que mantiene a Dis Berlin con la misma pasión que en sus inicios es la capacidad de continuar nutriéndose, abrazando con ímpetu todo lo que las disciplinas artísticas le ofrecen. “Para seguir en un trabajo como el mío hay que mantener la ilusión”, cuenta. ¿Cómo lo consigue? “Soy de naturaleza más bien feliz, pero además creo mucho en mi trabajo, tengo fe en lo que hago”, apostilla. No basta con lo anterior. Procura, además, tener estímulos y prolongar su sensibilidad a través de la lectura, la música o el cine.

“Me cultivo porque me lo paso muy bien. No se puede separar mi experiencia como espectador de mi experiencia como creador. Cuando me pongo a pintar soy la misma persona que anoche estaba viendo una película”, explica. Su interés por el abanico cultural le ha llevado a reflexionar sobre el nivel de las diversas aristas que lo conforman. “No es, ni de lejos, el que fue en otra época”, una afirmación que no adscribe, en cambio, a la pintura, “que sí vive un buen momento”. Gracias a Instagram, una herramienta que no le interesaba “demasiado”, Dis Berlin ha podido descubrir a una nueva generación de pintores “que está volviendo con muchas ganas e ideas”, además de una ventana para la promoción de sus propios proyectos.

'Fantasía Inglesa'. 2011 (Galería Guillermo
'Fantasía Inglesa'. 2011 (Galería Guillermo de Osma)

Aunque admite no estar “muy informado”, cree que “vivimos un momento muy flojo donde lo que prima es la cultura en formato de papilla”, una tendencia que lleva a la gente a “esforzarse poco” a la hora de enfrentarse a una lectura o un visionado. Dis Berlin considera que las instituciones culturales que tienen herramientas -tanto económicas como políticas- para seguir cultivando el interés de la sociedad prefieren apelar al número. “En vez de hacer las exposiciones de enjundia de antes han preferido captar al gran público”, dice. “Todo está banalizado y el arte ya forma parte de ese atrezo”, añade el artista.

Como figura que vivió y pintó la década de los 80 en Madrid, el soriano admite que antes sí existía más albedrío social, pues ahora “se ha impuesto institucionalmente como único discurso lo woke”: “Los artistas no disfrutan de la libertad de antes. Ahora tienes que tener un discurso, es una época en la que todo lo creativo está bajo la supervisión de otras personas”, cuenta.

De lo que sí se alegra, en cambio, es del retorno del color a la vida mundana. Tras una época marcada por el minimalismo cromático (interiores de casas que se asemejan a la consulta de un dentista o a los pasillos de un hospital construido a partir de los modelos clásicos de la famosa marca de muebles sueca), las escenas vitales están recuperando su brillo. “Me alegro mucho, porque los gustos decorativos estaban pecando de excesiva frialdad”, dice entre risas. “Yo pinto interiores muy formalistas, pero les doy caña”, afirma, consciente de que el color no solo forma parte de su universo pictórico, también de lo que comunica a través de sus lienzos. “Es lo más importante”, concluye.

'Aventura no vivida II'. 2024.
'Aventura no vivida II'. 2024. (Galería Guillermo de Osma)

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