Hoy por hoy, cuando se escucha el término “villancico”, se asocia directa e inevitablemente a las canciones navideñas que aluden al nacimiento de Jesús en un pesebre palestino. Realmente, los villancicos no tenían nada que ver con la celebración de la Natividad en sus orígenes: el término se refiere a los villanus, los campesinos y pueblerinos que habitaban en las villas o casas señoriales. Originalmente, pues, los villancicos eran todas aquellas canciones populares, del pueblo, con un estribillo pegadizo y que se usaban como registro de los principales hechos que ocurrían en una comarca.
Fue en el siglo XIX, después de un largo proceso a través del cual la Iglesia habría reciclado muchos de ellos, cambiando su letra para adaptarlas a las celebraciones religiosas de la Natividad, que se convirtió en un término utilizado exclusivamente para referirse a las canciones de temática navideña. En España, la tradición de los villancicos originales entre los siglos XV y XVI. Cabe comprender, entonces, que desde sus primeras apariciones hasta convertirse en parte de la identidad del país, experimentarían diversos cambios fruto de las influencias culturales presentes de los distintos lugares de España.
Como no, uno de los géneros musicales más emblemáticos de España es el Flamenco. De todas las hipótesis sobre su origen, la más aceptada es aquella que lo atribuye al mestizaje cultural que se dio en Andalucía en el siglo XVIII. La mezcla de culturas supuso una acumulación de influencias musicales varias, desde los romances castellanos a las melodías de los moriscos y sefardíes, así como de la población africana, la cual introdujo en el país muchos instrumentos, posteriormente modificados como la guitarra española, en el país. Aunque en general también se asocia a la población gitana, lo cierto es que, a pesar de que existían estratos del pueblo romaní en otras regiones de España y de Europa, el Flamenco solo fue cultivado por los que se encontraban en Andalucía.
Los villancicos, por tanto, también experimentaron la influencia de este género tan asociado a la identidad del país. A día de hoy, en el flamenco, el villancico tiene una gran tradición y grandes intérpretes. A lo largo del siglo XX, muchos de los cantaores más reconocidos grabaron sus versiones de villancicos o compusieron algunos originales que son una muestra incuestionable del valor artístico y musical del género. Estos son algunos de los más recomendables:
Pastorcito, ¿por qué lloras?
Pastora Pavón Cruz, conocida como La Niña de los Peines, es considerada por muchos la cantaora más importante del siglo XX. Nacida en Sevilla, de familia gitana, en 1890, dejó atrás su grabación de este villancico que, si bien no es de los más populares, su guitarreo, sus palmas, y el cantar de La Niña lo convierten es un villancico de una riqueza musical incuestionable.
La Virgen gitana
Aunque su autoría es desconocida, este villancico flamenco es muy característico de la tradición gitana, mezclando la temática religiosa con las melodías flamencas más puras, interpretada, además, en diversos palos, como la bulería y la soleá por bulería.
Duérmete Jesús Mío
Este villancico fue famosamente interpretado por Tomasa Guerrero Carrasco, más conocida como La Macanita, junto a Camarón de la Isla y Paco de Lucía, dos de los artistas flamencos más reconocidos, en el disco Nochebuena Gitana, que vio la luz en 1994.
Si Para Vení A Belén
También parte de Nochebuena Gitana, este villancico flamenco habla del “Niño Dios”, que llora “con mucha gana” hasta que su madre logra dormirlo. Es otra composición flamenca interpretada por La Macanita, Camarón, y Paco de Lucía que adornará de Navidad el ambiente de los hogares sin tener que recurrir a los villancicos clásicos que, comprensiblemente, la mayoría habrá “quemado” hasta cierto punto.
La Virgen María “Villancico”
Este villancico, interpretado por el famosísimo Camarón de la Isla, agradece a la “Virgen María” por haber traído al mundo al “rey de la humanidad”. A pesar de no ser especialmente conocido, este villancico del año 1973 supondrá un respiro para aquellos que quieran sumergirse de lleno en el espíritu navideño sin tener que escuchar, un año más, los mismos villancicos de siempre.
Palillos y Panderos
Interpretado por María Rosa García García, famosamente conocida como Niña Pastori, este es parte de su nuevo álbum, Feliz Navidad, que ha sacado este año como recopilación de villancicos al estilo flamenco, llama a la “Alegría, que ha nacío Dio (...) En un mundo de gitanos bueno'“. Perfecto para celebrar la Navidad en familia disfrutando de buena música.
El Niño Dios
Interpretado famosamente en 1970 por Fosforito, de nombre de pila Antonio Fernández Díaz, el ganador de la quinta - y última - Llave de Oro del Cante, y con Paco de Lucía en la guitarra, este villancico flamenco promete ser del disfrute de todos. Forma parte del disco Villancicos de mi pueblo, una creación musical de ambos grandes artistas.
A Belén pastores
Este villancico, parte del álbum Antología: Apoteosis de Camarón de la Isla, un personaje del flamenco que no necesita introducción alguna, tiene como temática la expectación del mundo ante la inminente llegada del “niño que va a nacer”. Camarón nunca decepciona con su música, por lo que este villancico no podrá ser menos.
La Nochebuena de Jerez
Es una canción navideña compuesta por Antonio Mairena, un músico español de ascendencia gitana nacido en 1909. Antonio trató de rescatar un tipo de flamenco que consideraba más auténtico y puro, dejando atrás una gran discografía como legado.
La Aurora de Marchena
Se trata de una canción de José Tejada Marín, más conocido como Pepe Marchena o el Niño Marchena, un artista flamenco nacido en 1903 que tuvo mucho éxito en la ópera flamenca. Al igual que el resto de villancicos de esta lista, este del año 1963 permitirá disfrutar del flamenco sin prescindir del espíritu navideño.